En el mes de octubre del año 2006, publicaba en
otra bitácora, una entrada que titulé “Las luces de enfrente”. Han pasado 7 años, pero repasando la prensa
actual, puede comprobarse que nada ha cambiado.
La muerte, inexorable y eficaz, sigue su labor de zapa, ante la indiferencia de una Europa vergonzante.
La muerte, inexorable y eficaz, sigue su labor de zapa, ante la indiferencia de una Europa vergonzante.
La tragedia no acaba en Lampedusa done ya se han recuperado 232 cuerpos y prosigue la búsqueda de cadáveres, pertenecientes a los emigrantes ahogados, cuando viajaban para llegar a la isla del sur de Italia.
(Octubre 2013. De la prensa)
¡Enhorabuena! Vosotros lo habéis conseguido. Atrás ha quedado el sufrimiento y el hambre de
los tuyos, para colectar el dinero necesario que satisfaga el ansia innombrable
y criminal de iguales que tú, pero con el alma mafiosa y corrompida
.
Detrás ha quedado un océano con las fauces
dispuestas a tragarse vuestros sueños, embarcados en un anacrónico velero
con una singladura de frío, hambre y muerte.
Detrás y en el fondo, han quedado sueños y
cadáveres, que tenían el mismo color verde esperanza, pero que han quedado en
un irreversible y oscuro abisal y frío.
Solo la necesidad, el tedio y la rabia de ver
padecer a los suyos, os han dado las fuerzas suficientes para afrontar ese
viaje, que os acerca a este lado brillante del universo, donde creéis que
todo va a ser diferente.
Pero no os hagáis falsas ilusiones, esas luces
que rilan frente a vosotros no os pertenecen.
Desgraciadamente estáis y estaréis durante mucho
tiempo a este lado del camino, donde se hacinan los escombros y solo habitan
frustraciones y desperdicios.
Esas luces que envidiáis, les pertenecen a los
que se siguen creyendo vuestros
amos, como si la esclavitud siguiera vigente.
Son de esos que solo os utilizan como moneda de
cambio y argumento para conseguir un miserable puñado de votos. Esos que solo
se dignaran acercarse a esta orilla de la soledad y la desilusión para
conseguir que con vuestro esfuerzo engordéis sus bolsas de usureros, a cambio
de unas migajas que tendréis que aceptar, obligados por vuestra necesidad y la
de los que esperan el milagro.
Son de esos temerosos que son capaces de negaros
un sitio donde dormir, por que olvidan que vuestra única enfermedad es el
hambre.
Esos que os odian mientras dejan pasar los días
sentados al sol caliente del subsidio, incapaces de reconocer su condición de
vagos.
Son de esos con la cabeza y el alma rapada, con
menos masa encefálica que ese bate que es su enseña, que os odian por que su
única neurona les dice que vosotros vais a manchar la pureza de su raza !Como
si su sola existencia no fuese ya suficiente mancha!.
¿Por que nadie os dijo antes de salir, que
también en esta selva no siempre se caza lo que se quiere?
¿Por que aquellos que pueden, no os han acercado
a vuestra orilla algo de lo que aquí sobra o es innecesario?.
¿Verdad que nadie os ha dicho que con el importe
de la pólvora que se gasta en salvas, podía comer durante toda una vida
una familia?
Imaginaros los que podían comer con la otra, con
la que se utiliza para matar por una bandera, un dios, o una raya en el mapa.
Habéis visto y os han contado algo que alguna
vez fue cierto: estáis en la Europa de
la abundancia, pero lo que no se han atrevido a deciros es que es también la
Europa de la falta de caridad, la del egoísmo.
Desgraciadamente todavía os queda mucho para conseguir
cruzar ese camino y disfrutar de los guiños de esas luces.
Hola Juan:
ResponderEliminarEs lo que tiene cuando se mueren de 100 en 100. Si lo hiciesen de uno en uno no nos molestaríamos tanto.
Y no estoy haciendo referencia a tu inapreciable artículo. Para nada. Lo digo por la hipócrita e insensible sociedad que nos ha tocado vivir.
Gran reflexión.
Un abrazo.
Lamentable Juan, lo siento.
ResponderEliminarUn beso que te llegue.
No ha cambiado nada y si cambia es para peor.
ResponderEliminarLa humanidad tiene problemas sin resolver y que se repiten una y otra vez, ellos: los avariciosos , los puros de raza , los que son bándalos del poder", los indiferentes, los ignorantes, los no-pensantes...nunca dejarán que esto se solucione.
ResponderEliminarTriste que dentro de unos años te vuelva a servir el mismo relato¡¡¡
Besos muchos y fuertes ♥♥♥
Pasan los años y no es que las cosas sigan igual: van a peor: la pérdida de valores básicos va creciendo. Una gran parte de la Humanidad va en retroceso explotando la necesidad de los más desfavorecidos.
ResponderEliminarFalta total de empatía. Ponerse en la piel del de enfrente. (del otro enfrente) Así lo escribió Román:
http://lasombradelashoras.blogspot.com.es/search/label/EL%20ESTRECHO
Tus escritos me conmueven siempre, JuanL.
Un abrazo.
¿Como que nada a cambiado?, te equivocas, ha cambiado a peor.
ResponderEliminarUn abrazo.
Mañana nadie los recordará. Ni a una orilla ni a la otra. Mañana otros cientos probarán fortuna ante la mirada estática del mundo.
ResponderEliminarBesos.
Y mientras tanto, el mundo da vueltas a una estrella mediana, ajeno al drama humano. No sé si nos sobreviviremos como especie, lo ignoro, pero una especie que permite estas cosas no merece sobrevivirse. Tremendo.
ResponderEliminarUn abrazo
Doloroso, terrible, nos debería avergonzar como especie y sin embargo, a un episodio como este le sucede otro y otro y otro.... y no hacemos nada, y así durante siglos. ¿En qué estamos fallando?. Tal vez en la permisividad hacia aquellos que nos explotan, en la desidia que nos empapa, no sé, tal vez, como dice Valaf, no merezcamos sobrevivir como especie.
ResponderEliminarUn abrazo.
Ay, amigo, lo mismo podríamos cantarnos y aplicarnos los del terreno que no trabajamos desde hace cuatro años. Las luces tampoco son para nosotros...
ResponderEliminarUn abrazo y tu cafelito, amigo.
Seguimos tropezando en la ignorancia, la soberbia, la inoperancia, la irresposabilidad, la insolaridad... que no le deslumbren las luces de enfrente porque es solo una alucinación.
ResponderEliminarTambien he leido la carta de añoranza a su madre, me ha emocionado enormemente porque tambien hace poco perdí a mi abuela con dos años menos pero no queda otra que vivir sin su ejemplo, como vd. dice.
Saludos desde Tenerife, las luces de su blog me han guiado hasta aquí y si no le importa, me instalo.
Besos de gofio.
No ha cambiado nada en estos siete años, aún peor a medida que pasan los meses y los años retrocedemos y nos replegamos a la evolución y la mejora.
ResponderEliminarTus versos de entonces eran tan buenos como los actuales. Siempre aprendo de ti, amigo.
un fuerte abrazo
Mucho que nos hace falta, Juan, pero con mentes lúcidas como la tuya queda menos duro el camino.
ResponderEliminarSaludos y buen fin de semana.