Aunque
cada día,
trompeteros de nuevos apocalipsis tratan de
acallarme.
Aunque nadie repare, en la urgencia de mi grito.
Aunque
mi palabra se pierda, entre un triste murmullo
de
procacidades y mentiras,
no
cejo en el empeño y sigo con mi canto.
Debo
cantar,
mientras
la negra brea del asfalto
asfixie
el nacimiento de flores y de sueños.
Debo
cantar,
mientras
que nos llega el tiempo
en
los que imperen los abrazos.
El
tiempo en el que el sol pueda con la niebla
y
una brisa caliente,
oree
los oscuros desvanes donde habita la injusticia.
Ahora
que es tiempo de que se oxiden los axiomas,
tiempo
donde sobra la risa, el árbol y la rosa.
Ahora
que no desgrava la ternura
y
cada vez se hace más tarde para revivir las ilusiones,
perdidas
entre vacuas promesas incumplidas.
Ahora,
yo sigo con mi canto.
Se
lo debo a los que cada mañana se visten de esperanza,
a
los que sobreviven a pesar de los escombros.
A
los que siempre le encuentran un lugar a la sonrisa.
Se
lo debo a mis nietas,
a
las que prometí , el mismo día que nacieron
un
mundo repleto de colores
y
unos aviesos emprendedores de avaricia,
no
permiten que cumpla mi promesa.
Yo
sigo con mi canto,
aunque
solo un eco de silencio, sea la respuesta.
Algunos también acompañamos tu canto, aunque somos conscientes que los otros tienen palmeros que evitan que nos escuchen.
ResponderEliminarUn abrazo.
Pues canto contigo, aunque no soy muy de cantar y quizá llueva. PERO MEJOR, la lluvia es vida y en el levante nos hace mucha falta.
ResponderEliminarAbrazo
Me sumo a tu canto Juan !. aunque parezca que no escuchan, es mentira... sí te escuchan. No defraudes a quienes prometiste el canto.
ResponderEliminarUn abrazo gigante.
Me gusta tu letra. Me apunto al coro. ;)
ResponderEliminarUn abrazo, Juan.
Si cantemos, resulta lo más saludable. Lo demás se repetirá incansablemente . Besos
ResponderEliminarA pesar de, por encima de, a través de....siempre y para siempre no sólo tus nietas muichos también necesitamos sigas con tu canto Juan Luis, aqui en este rincón puede cantar en la melodía que desees. De los tuyos me gustan los reivindicativos, los dulces, los ciertos, los que contienen historia, los de reir y llorar... ¡me gustan tus cantos¡.
ResponderEliminarSi, alma profunda calienta tu garganta y canta,
Besos muy cariñosos ♥
tRamos
Y somos muchos, algunos tan lejanos, los que nos alimentamos con tu eco...Gracias por cantar. Un abrazo.
ResponderEliminarMe uno a tu canto, quizás si todos nos unimos se escuche mejor nuestra voz reivindicativa...
ResponderEliminarUn cariñoso saludo
Hasta aquí llega la melodía junto con la respuesta: Un solo eco de silencio
ResponderEliminarSí, un poco desafinado, pero yo también me uno :)
ResponderEliminarAmigo mio, cuando tu cantas, miles de voces te devuelven el eco... Esa promesa la hicimos muchos, cuando sacamos a dos pequeños corazones de su pestilente mundo para llevarles a una vida mejor... y eso asusta mucho porque nunca es bastante y sacamos las garras a la vida. Y grito, y grito muy fuerte acompañando tu canto.
ResponderEliminarUn abrazo bien gordo.
Vos, Juan, sabés de los colores de la ternura, por eso tu canto ilumina.
ResponderEliminarSaludos!!!
Por las nietas, lo que sea. Habremos de cantar aunque todo sea negro alrededor.
ResponderEliminarBesos y abrazos
Yo también me uno a tu canto, quizá uniendo nuestras voces consigamos ese mundo repleto de colores para tus nietas y para todos los nietos que vayan llegando.
ResponderEliminarBesos
Muy bien. Nada de darse por vencido. Seguí con tu canto.
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