Fotografía de Internet
¿Te has o te han
apartado? Me gustaría saber cual es el motivo de esa mirada por encima del ala,
que soportas estoico, de aquellos que se sienten seguros y tranquilos en medio
de la formación.
¿O has sido tú el que,
harto de lo conocido y cuadriculado, has roto la rutina y te has buscado un
lugar más despoblado y personal?
¿Acaso te odian por
que tu trino es distinto y no encaja con el coro? ¿O eres tú, que tienes
alma de solista y no quieres que tu voz
se esconda entre la segura, pero impersonal sinfonía de lo mecánicamente
repetido?
¿Te has regalado el
lujo arrogante pero lúcido de la libertad y no quieres verte encadenado a
ningún clan, a ninguna facción, por segura que sea?
Piénsatelo bien; oirás
a muchos decir que la seguridad está siempre dentro de la bandada; que cuando
pasen los años, esa libertad que ahora tienes se convertirá en una trampa.
Puede que lleven razón.
Pero una cosa es
cierta: si en verdad quieres que tu canto sea distinto, que tus alas se muevan
con otra cadencia, solo podrás lograrlo saliéndote de lo estipulado, rompiendo
los pentagramas fotocopiados. Y eso lo podrás conseguir apartándote de todo. La
soledad es el caldo de cultivo necesario para el talento.
Hay una leyenda de la
Amazonía, que habla del Mirapuru, un dios transformado en pájaro, que hace
saber su divinidad a los demás, solo cuando empieza a cantar. Sus trinos son
tan bellos que los otros pájaros, sabedores de la simpleza de los suyos,
terminan por callar y adorarle.
No sé si conseguirás
la divinidad; seguramente no, ni falta que te hace, pero ya es bastante tu
coraje, la determinación de posición distinta, la valentía de desechar la
protección de los otros.
Y que no te importe la
posibilidad del fracaso. Siempre podrás mirar hacia arriba, poner proa a ese
cielo azul que te corresponde y no tienes que repartir, descansar cerca de las
estrellas y despertar con los rayos del sol, jugar al escondite con las nubes,
en fin todas esas cosas que solo tú puedes hacer, sin que el resto de la
bandada pueda privarte del milagro.
No sé como será tu
canto en el futuro, pero me gusta esa pizca de orgullo que existe en esa
soledad buscada, esa felicidad que hace que tu canto suene a la verdadera
alegría que da la libertad.
Hola Juan ! Bellísimo texto. Una preciosura. Sé que no lo escribiste para mí y aprendí a aplastar mi ego a través de los años. No me ha quedado casi nada. Aunque no sea para mí yo lo tomé PARA MI y me hizo mucho bien. No estoy pasando días buenos en todos los sentidos , pero todo pasa.
ResponderEliminarConozco la hermosa leyenda de Amazonia , será porque me gustan tanto los pájaros que siempre la recuerdo. .
Gracias por compartir palabras que son verdaderas joyas y dejar que uno piense que aún tiene un mañana luminoso.
Un abrazo gigante.
Olvidé decirte que cuando veo esos pajaritos en los altísimos cables de luz, en los que trabaja mi hijo en pleno campo, me dan muchas ganas de robarme uno y abrigarlo en el hueco de mis manos. Ya sé que no se puede ...
ResponderEliminarGran sabiduría encierran tus palabras. Mejor no empañarla con mi palabrería .
ResponderEliminar¡¡¡UAUUUUU!!! qué bonito!!!! con cuanta sensibilidad has hecho las preguntas del por qué de su soledad.
ResponderEliminarMe ha encannnnnnnnnnnnnnnntado.
Un beso
La elección de algunos sorprende cuanto menos, después esta la nuestra...más vale solo que mal acompañado, pero esto es simple paja comparada a tu reflexión soberbia de la individualización , sin o con censores que no afecten tu postura.
ResponderEliminarBesos enormes,
tRamos
Me ha encantado leerte, como siempre. Plasmas tan bien mi sentir. :)
ResponderEliminarLa soledad si es elegida, es siempre alegre para mí.
Si es impuesta por los demás, las circunstancias o el yo mismo... amarga.
Pero las dos forjan el alma y la preparan para vivir en sociedad, que al fin y al cabo somos animales gregarios ¿no?
Pero la soledad compartida con una sola persona de nuestra elección, aunque menos soledad es... la mejor.
Abrazo
Muy buenos días tenga, maese Juan. Y justo es decir que comparto mucho de lo que, sabiamente, ha comentado Lady Fram. Si bien es cierto que no sé muy bien a qué te refieres exactamente (si a la esfera de las personas o a la esfera del circo político), me referiré a lo primero: hay quien necesita de la savia grupal, de sus aplausos, para sentir que existe. Y hay quien lo ve como una ficción interesada que se mantiene mientras los principios y convicciones del individuo no colisionan gravemente con el colectivo. En este sentido, vuelvo a ensalzar aquel núcleo forjador de Hombre libres: la compañía de quien es una sola carne contigo y en cuyo seno son compartidas las emociones y pensamientos más íntimos, y muchas veces incluso sin tener que pronunciarlos siquiera. Fuera de ahí, todo depende de qué haya en los cables de arriba de la foto.
ResponderEliminarUn abrazo y ten una magnífica semana
Precioso texto y con un profundo significado, me ha encantado, al fin he recuperado mi blog que por esas extrañas razones no me permitía ni entrar ni publicar, ni borrar, ni comentar, de manera que después de mucha lucha conseguido. Me alegra ver que sigues tan bien y escribiendo maravillosamente como siempre.
ResponderEliminarUn abrazo fuerte querido Juan
Importante tema Juan, de esos para hablar largo y tendido en amigable tertulia. Como tampoco es cuestión de hacer aquí una disertación, intentaré tocar un par de puntos que me parecen claves.
ResponderEliminarSomos seres sociales, desde que nacemos nos integramos en una familia, colegio, amigos, trabajo... Y nos gusta relacionarnos con nuestros iguales, buscamos su compañía, su comprensión, su aceptación. La soledad del individuo por tanto siempre parece que la asociamos como un rasgo negativo. Y si la exclusión es impuesta lo viviremos de ese forma y nos hará infelices. Otra cosa es que un adulto con tiempo y oportunidad para desarrollar sus capacidades sociales elija libremente en un momento dado volar en soledad, fuera de las estrecheces que imponen costumbres y convencionalismos y ejercer en el mejor y más amplio sentido de la palabra su libertad individual. En eso caso, sin duda será una alegre y bienaventurada soledad. Que por cierto, no me importaría nada alcanzar un día.
Como es habitual en este espacio, nos mueves a la reflexión y al debate y lo agradezco mucho.
Besos
Hola Juan, pasaba por aquí, he leído este post, me ha gustado y comento
ResponderEliminarMe ha gustado este relato, para reflexionar, me quedo con la frase "La soledad es el caldo de cultivo necesario para el talento". La soledad puntual diría yo que es necesaria, terapéutica, pero no por el solo hecho de estar solo, sino para meditar y hacer un reset en nuestro cerebro si hace falta, es como una sesión de Yoga, pero luego tienes que salir a escena. ya lo dijo Séneca. la vida es como un teatro y la hace buena la excelencia de los actores, claro que tambien se puede hacer un monólogo, pero no tiene sentido
Un saludo cordial Clubdels100ipico
.
Me pareció maravilloso. Parecen las palabras de un ser superior a alguien que lucha por ser él mismo. Él mismo de verdad. Casi nadie sabe lo que es eso.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo :)
Excelente texto, un alegato sobre la libertad de trazarse uno mismo el camino sin necesidad de ampararse en la seguridad rutinaria que aporta el grupo siempre que no se le cuestione.
ResponderEliminarLa foto es una metáfora de ese desafío que con tanto acierto y lirismo describes. Amar la soledad que nos hace libres; libres para pensar por cuenta propia escuchando la conciencia.
Me alegro de haber encontrado tu blog. Me gusta y me quedaré para seguir lo que escribes.
Un afectuoso saludo.
Recordé algo que leí: "Ríe, y el mundo reirá contigo:Llora, y llorarás solo.".
ResponderEliminarUn placer, Juan. Saludos hasta allá.
Hola Juan L. Trujillo: Ha estado muy acertado en la reflexion sobre la Libertad. Un canto delicado, fino, pero fuerte y bién argumentado.
ResponderEliminarUn privilegio haberlo leido. Un saludo especial.
No creas nada de lo que te digan, y de lo que veas, créete la mitad.
ResponderEliminarBórrame si no te gusta lo que digo (o no lo hagas), porque yo no puedo (y tú sí).
Me temo que no me has entendido. Esto es un monologo, en el que solo hablas tú y no das la oportunidad ni de contestar ni de conocer tu blog. Y mientras esto sea así, no podré evitar tus comentarios (que no borraré, siempre que sean educados), pero dejaré de preocuparme por quién es el autor de dichos comentarios.
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ResponderEliminarMagnífica reflexión. Hay que ser muy valiente para dejar la seguridad del grupo y volar en busca de tu libertad.
ResponderEliminarUn abrazo.
Elegir con quién compartir el camino es un privilegio del que disfrutamos todos, lo difícil es mantenerse en la dirección elegida cuando el resto va en sentido contrario.
ResponderEliminarBuenísima reflexión!.
Feliz fin de semana, maestro de letras.
Un abrazo.
La imagen inspiradora da para mucho y largo, tu preguntas y cuestionas esa soledad, impuesta o elegida y desgranas los posibles porques de una forma bella, pero aquí los lectores nos quedamos dandole vueltas a esta situación. Me gusta el hecho de que el texto bien sirve para lo social o para una relación más íntima. Bravo Juan.
ResponderEliminarUn abrazo.