lunes, 7 de marzo de 2016

DE NUEVO, AQUÍ


Con bastante buen sentido alguien dijo que en tiempo de tribulación, no se debe hacer mudanza.

 Pero conforme he podido comprobar en mis masacradas articulaciones, es bastante peor hacer mudanza cuando las desolaciones deben estar superadas, cuando el sosiego y la tranquilidad, deberían ser norma de obligada conducta y sobre todo cuando la edad es más de sopitas y al rincón que de locas aventuras residenciales, por muy justificadas que estas sean.

Es bien cierto que hemos tenido una inestimable y continua ayuda familiar, que agradecemos, pero incluso así, han sido muchas horas, muchos pasos y muchos problemas a resolver, (algunos aún en vías de solución), que han hecho que se rompiera esa casi milimetrada actividad que viene ordenada por la costumbre y sobre todo por las cortapisas insuperables de la edad.

Ahora que ya estamos aposentados en nuestra nueva residencia, nos queda aprender de nuevo a vivirla, a conocerla, a acostumbrarnos a los necesarios tics diarios, tan distintos a los que estábamos acostumbrados.
Durante muchos días, mi mente ha estado ocupada, con presupuestos, cables que no llegan, enchufes insuficientes, cortinas nuevas, muebles queridos que no aceptaban su nuevo emplazamiento  y sobre todo una dolorosa y cara retahíla de operarios que debían solucionar aquello que no supimos ver cuando, con la lógica alegría de lo nuevo y el agradable vértigo del cambio, dimos por supuesto que funcionaría.

Y cuando, al fin, conseguimos ocupar nuestro nuevo dormitorio por primera vez, (observese que no he utilizado la palabra dormir), se iniciaron los fastos de la fiesta magdalenera, con su sonoro acompañamiento de tracas, petardos, charangas, fuegos artificiales y cánticos y gritos de una juventud ansiosa de fiesta y con la lógica alegría de la diversión prometida.

Cuando esto escribo, ya ha pasado la algarabía, todo está en su sitio y nosotros empezamos a familiarizarnos con el orden que siempre tuvimos, aprendiendo nuevos rincones y recordando lugares elegidos.

Y lo primero que hago, en este conato primero de normalidad es escribir estas líneas, para daros fe de mi existencia.

Es posible que algún cable suelto, no me permita la asiduidad debida, pero espero, poder volver a leeros, comentar vuestros escritos y volver a ser el que era, solo que un poco más viejo, un poco más lejos del mar, pero sintiendo ese necesario calor de los míos, que suple todas las contingencias.


8 comentarios:

  1. Una alegría, sí señor, tenerte de nuevo por aquí.
    A ver esos "cables sueltos" si ya van terminando de ocupar sus "asientos". :-)
    Un abrazo.

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  2. No alegra verte de nuevo. Nada más pensar en un movimiento como el tuyo y me hecho a temblar, pensar una simple pintura en una habitación, ni me lo imagino.

    Un abrazo

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  3. Me alegro que halla pasado.. Te imaginas 5 años, los dos últimos más intensos, por eso eliminé la conexión a internet, total si no iba a tener tiempo....Y ademas solita haciéndomelo todo con estas manitas desde cortinas, cargamentos poco a poco, viaje tras viaje entre el norte y el mediterráneo, para ubicarme de nuevo en el centro. Cargando todo tipo de muebles, sin gastar un duro. Cargando colchones, camas, sillones, mesas diversas, mas todo el ajuar, elementos de cocina, limpieza, baños, despacho..., herramientas, cables y brochas siempre a mano....a todo esto guisando sano (lo cual suma tiempo y esfuerzo) y no sigo porque ha sido trágico, me he ganado una hernia lumbar...y no sigo porque hay mas. Todo ello con mucha pena en el corazón y disimulando. Pero esta semana he acabado, bueno, solo me queda por trasportar tres sillas y un colchón, el sofá no me cabe en el mi viejo y amplio Peugeot break de 17 años, que se ha cascado en tres ocasiones, pero ya se donde está todo ubicado y a no olvidarlo. Ahora a vivir en tres ubicaciones en lugar de dos pero con preponderancia en Madrid...por eso de la salud y porque se encuentra en medio de todas partes. Que ya me toca

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    1. Perdón por la errata: "halla" tendría que haber sido "haya". Teclear en este enano móvil induce a más errores aunque en este caso la celeridad se ha cobrado su comisión. Ahora nos toca disfrutar.

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  4. Me alegro de verte por aquí y que ya estés ubicado en tu nueva casa Suerte y a vivir la vida.

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  5. Una alegría verte por aquí, Juan :)
    Y mira qué curioso... de una mudanza hablé hace poco ;)
    Por supuesto que os ireis acostumbrando al cambio, ya lo verás. Como estrenar un cuaderno nuevo donde seguir escribiendo.
    Mi enhorabuena y un gran abrazo.
    Y ahora, a descansar un poco.

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  6. ¡SEA VOS BIENVUELTO!, maese Juan.

    Abrazote

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  7. ¡Algarabía para recibiros! ¡El mejor augurio! BRAVOOOOO!!

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