OTRA
VEZ EL MAR
Cada
vez que vuelvo al mar
la
vida me renace.
En
su orilla,
con
su minué de espumas,
se
olvidan los calendarios
y
sobran las recetas.
Cuando
me adentro en sus aguas,
buscando
las caricias de sus olas,
recobro
el compás
y
se visten de domingo todos los arpegios.
Miro
el lomo terso del horizonte
y
se hacen posibles todos los poemas
mientras
como trallazos de luz,
saltan
los peces en busca de metáforas.
Yo,
que
vivo entre dos aguas,
le
doy gracias al mar,
por
seguirme recitando su alegre salmodia.
Por
tatuarme en la piel sus talismanes.
Por
escribirme en el encerado de su arena,
que
todas las pisadas van hacia la aurora.
Y
por traerme con la brisa
recados
de sortilegios
y
rumores de esperanza.
El mar es para mi consuelo y alegría, cuando lo oigo y lo huelo olvido y sueño. Precioso poema. Un abrazo
ResponderEliminarY yo que vivo tan lejos de él, te doy las gracias a ti por cantarle con tus palabras tan bonitas. Al leerte, lo huelo, lo siento, lo saboreo. Gracias, poeta.
ResponderEliminarUn beso y una sonrisa :)
Que tendrá el mar que hace sentir alegría, ver renacer la esperanza tanto inspira…
ResponderEliminarUn cálido abrazo
Wuauuuu qué preciosos versos te ha inspirado el mar, me han encantado, y no me extraña que así sea, porque el mar es fuente de vida renaciendo desde la mirada hasta la infinita luz de la alborada.
ResponderEliminarUn placer ha sido leerte en esta entrada entre marejadas.
Un beso enorme.
Del mar ya se ha dicho todo. Yo lo quiero y lo respeto, aunque solo lo disfrute quince días al año. Desde el Espacio, la Tierra se ve más azul que parda, pues abunda más el agua que la tierra. Por eso en justicia, nuestro planeta debería denominarse Mar y no Tierra. Un abrazo, Juan.
ResponderEliminarHasta dentro de un año, no volveré a ver el/la mar.
ResponderEliminarUn abrazo.
¡A LOS MUY BUENOS DÍAS, Juan! ¡Y Bellísimo canto al mar el que versificas!, SÍ SEÑOR. Además, esa playa me la conozco, casi, casi, al milímetro, jajajajajaja... Y por fin ayer nos llovió un poco, ¡MENOS MAL, YA TOCABA! También estaba el mar, justo después de llover y a eso del atardecer, absolutamente genial.
ResponderEliminarUn abrazo de nuestra parte para vos y familia!!!
Precioso verso. Necesito vivir cerca del mar y la montaña para mantener el pulso de la vida.
ResponderEliminarQue bellas palabras para hacersos sentir lo que tú sientes frente a ese mar inmenso.
ResponderEliminarUn abrazo Juan
Otra vez el mar.
ResponderEliminarPaso por aquí a comentar.
Piso en la orilla con sal.
Peso hollado en la arena.
Te quedó fenomenal.
¡Qué preciosidad Juan!, como se me había pasado
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