miércoles, 12 de enero de 2022

BIOGRAFÍA PARA MIS 86 AÑOS


 

Fue un doce de enero.

En esa tierra, que añoro

una flor de nombre Carmen

abrió a la luz sus pétalos

y el polen de su amor fue germinando

en un puñado de latidos y de huesos.

 

Me pusieron Juan y bautizado,

 me llenaron de caricias y de besos.

 

Crecí, jugué y fui aprendiendo

que la risa y el llanto se cogen de la mano

y que  eso del pan de cada día,

no lo soluciona un “padre nuestro”.

 

Tuve que irme, como tantos,

con una maleta llena de tristezas

y un bello racimo de recuerdos.

 

Diseñé un proyecto de existencia

y trato de ser fiel,  a él me atengo.

 

Descanso y soy feliz

 y siempre lo consigo

con esas dos hijas que nacieron

de este amor de el que escribo cada día

con la alegre caligrafía del respeto.

 

Dos nietas también.

Dos milagros que me enseñan

que la vida no acaba y se renueva

cuando nacen primaveras con sus besos.

 

 No trato de matar el tiempo,

que es mejor que el tiempo nazca

arrullado por la gracia de unos versos.

 

Si el árbol

de ser mejor no crece,

será porque no lo riego.

 

Esta es mi pequeña biografía.

Como veis, nada importante.

Más no me quejo.



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