domingo, 12 de noviembre de 2023

IDILIO


 Se conocieron a través de Tinder, comenzando, (como empiezan todos estas redes de contactos), con medías verdades y alguna mentira, para dar realce a los currículos.

La fotografía presentada, (que con esto de la I.A, ha progresado mucho), tampoco ayudaba al conocimiento y ambos, sabedores de estos juegos admitidos, decidieron por fin conocerse, para lo que se citaron en una céntrica cafetería.

El muchacho, a pesar de ser jueves, obligó a su madre a plancharle el pantalón y la camisa de los domingos, olvidando que esta, la echaba la bronca cada semana, por no cambiarse siquiera con las prendas más íntimas.

Cuando al final le dijo que había quedado con una chica, logró la sonrisa de su madre y su colaboración más incondicional.

Por su parte, la chica no gastó mucho tiempo ante el espejo: retocó algunos brillos indeseados, lubrico las partes más secas de su organismo, se puso el extraño traje de todos los días y se dirigió, con medida y milimétrica puntualidad, a la cafetería donde habían quedado.

Un cuarto de hora después, el muchacho llegó a la cafetería. Nervioso, miró en las mesas y en la barra, buscando, ansioso, a una chica que portara una flor roja. No la encontró.

Preguntó a un barman de la barra, que no supo contestarle. Al oírlo, la persona que estaba a su lado se dio la vuelta.

De su pecho, empezó a brillar una rosa roja intermitente y brillante, que terminó por apagarse cuando ella apretó un pequeño botón de su extraña vestimenta.

Un poco nervioso, el galán preguntó:

.-¿Eres AlienTa Suspiros?

.- Sí. La chica que esperas.

.- Soy Antonio Gómez, contestó el mozo.

Una vez presentados, se dirigieron a una mesa, esperando la llegada de un camarero.

Nervioso, él preguntó:

.-¿Qué vas a pedir?

.- Un coctel con bastante alcohol y mucho aceite, hoy estoy fatal de las articulaciones.

El, se conformó con una cerveza de grifo.

Durante la conversación, hubo un momento en que se tocaron las manos y a Antonio le extraño la frialdad corporal de su pareja.

Además, le costaba entender el sonido metálico de su voz, cada vez que susurraba una palabra. Pensó en preguntar, pero su pareja no le dio tiempo.

.-Camarero, por favor, otro coctel como el anterior.

Después de dos horas, tras quedar para otro día, se despidieron, cerca de la casa de ella, con un tímido y frío beso.

El bueno de Antonio, no volvió.

Ante la escasa donosura de la nómina de su precario trabajo y el precio del aceite, no estaba dispuesto a pagar más extraños brebajes, ni a soportar la fría y mecánica presencia de su extraña cita.

 




14 comentarios:

  1. Menudo totum revolutum te has marcado, hasta el precio del aceite está incluido de forma maravillosa.
    Un abrazo.

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  2. Que cosa más rara... hoy en día, las bebidas las pagan los dos, incluso si ellas, tienen las tetas duras como el titanio.
    Seguro que la culpa de la tontera de Antonio, es de su madre, que le tiene consentido.

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  3. jajaja, un ejemplo de lo que podría suceder pasado mañana! La película HER o ELLA, es un avance de este caso, un abrazo Juan!

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  4. Hubiera sido preferible comprar una muñeca hinchable: no comen, no beben, no necesitan mantenimiento y, deshinchadas, caben en cualquier rincón.
    Un abrazo, Juan.

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  5. Yo creo que por ahí hay alguna película que trata el tema :-))
    Un abrazo.

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  6. Es lo que tiene ligar por internet, que cuando vas a conocer a la chica te conformas con que sea de carne y hueso.
    Muy ingenioso relato, Juan.
    Un abrazo.

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  7. Estos robots cada vez más sofisticados, pero con los problemas de lubricación de siempre, y al precio que está el aceite, ni te cuento. ;))))

    Un abrazo.

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  8. Jajajajaj, no he parado de reírme con tu relato, empecé con la escena en la que aparece la madre, seguí con la rosa que se encendía y apagaba a las órdenes de un botón y cuando leí el nombres de AlienTa Suspiros y el de Antonio Gómez, me tronchaba. Para colmo el broche final de Antonio de negarse a pagar más cocteles de aceite con el precio que tiene.
    Muy bueno, Jajajaja

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  9. Una cita para repetir poquito. No sé si habrá androides metálicos pronto buscando ligue, pero quién sabe. Un texto jocoso y bien desarrollado. A mí me has hecho sonreir más de una vez. Gracias.

    Un abrazo fuerte, Juan

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  10. Uy,uy,uy esa madre para todo...bueno, de momento no tiene que planchar más camisas ni pantalones😂
    Y el tal Antonio que no parece muy perspicaz, al menos se ha dado cuenta del precio del aceite🤣
    Genial el choque de los dos nombres.
    Bien tramado y muy gracioso Juan.

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  11. Bueno e ingenioso, eres un crack.
    Un besote.

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  12. Un relato ameno e ingenioso. Él desde luego no puede ser más ingenuo y ella un personaje de ciencia ficción.
    Un abrazo.

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  13. Curioso relato, la chica ( robotica diria yo) acorde con la IA y el aceite que tenia que tomar
    Un abrazo

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  14. Un excelente relato amigo. Curioso y entretenido.
    Y la imagen de ella, acorde.
    Me asalta una pregunta, que le daría la vuelta a la cita, si fuese yo el otro...
    ¿Cabría ir quitándole pieza a pieza metálica cómo se pela una gamba?...
    Algo cuitado el bueno de Antonio sí parece. :)))))
    Abrazos Juan.

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