miércoles, 14 de mayo de 2014

A LA FRESCA.- (RELATO DE LOS JUEVES)



Cuando el reloj marca la hora exacta de la siesta, mientras las mujeres trajinan, rematando los quehaceres de la casa y los chiquillos o retozan en los “recreos” o dominan sus ansias de juegos, escuchando las sabias palabras de los maestros.

En esta hora en la que la calle se queda tranquila, tú, de vuelta de todos los caminos has sabido escoger el sitio más digno donde instalar tu trono de madera y mimbre.

El torbellino del mundo se ha quedado al otro lado de la acera y tu cabeza coronada con el sombrero de paja de los días de fiesta, trata de mantenerse erguida a pesar de la modorra de una digestión reciente y tu figura de Sancho, en su particular Barataria, tiene toda la dignidad que te otorga el haber sabido hacer los deberes en la vida.

Tus artríticas piernas, cansadas de tantas intrincadas veredas, necesitan del calor de ese sol del que tratas de preservar al resto de tu cuerpo y presiento las arrugas de tu cara, como ese mapa de sudores, de helados “vareos”, de fatigosas vendimias y de todos los aridos ribazos de tu trabajosa existencia.

Pero toda ha merecido la pena. En tu vida no has escuchado cantos de sirenas y has sido fiel a tu tierra. Has luchado por ella y en compensación, ahora te ofrece esa tranquilidad de arrayan y fuente, de celosía y cal, de flor y aroma, de maceta y patio regado.

Cuando llegue la fresca y con la ayuda de tu inseparable garrota, te dirijas renqueante hacia la oscuridad y el descanso, la luna aclarará su sonrisa, dejará de prestar su luz a las flores y te marcará el camino recto que suele llevar a los sueños felices y cumplidos.



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22 comentarios:

  1. Tu relato transmite placidez, serenidad... dan ganas de seguir ese camino de los sueños felices y cumplidos.
    Un beso!

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  2. Una preciosidad repleta de serenidad, envidiable serenidad la que me transmiten tus palabras.
    Un fuerte refuerte abrazo

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  3. La imagen misma del bien merecido descanso has pintado con tus palabras, Juan. Se respira sosiego en este patio.
    Un gran abrazo y una sonrisa. :)

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  4. Disfruto del olor del patio regado...y siento paz y armonía, como cuando se ha cumplido bien la misión en la vida.

    saludos

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  5. Precioso relato. Un patio que invita al descanso, a la reflexión, y la serenidad. Me gusto leer tu aporte.
    Saludos

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  6. Una bellísima historia inspirada ne esta bella imagen, la tranquilidad de haber vivido como debe ser, plena y honestamente...eso es la felicidad...nada más ni nada menos!
    Un abrazo

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  7. Se puede ver en la mente la imagen que describes. Ademas de las sensaciones. Y ahora lo que le queda es descansar y estar tranquila, porque para ello por lo que se ve no necesitaba mucho, Sólo su espacio. Su patio.

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  8. ¡Qué bonito, Juan!, has descrito a la perfección a ese personaje anciano que no falta en ningún patio arropado por sus recuerdos al frescor de la tarde.
    Me ha gustado muchísimo.

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  9. Así quisiera yo sentirme en la vejez, tranquila, con todos los sueños y deseos cumplidos para el bienestar de los míos...

    Un abrazo y tu cafelito matutino.

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  10. Qué bello y tan real. .... y qué cerca lo tengo, por no decir que prácticamente encima, por lo del frío en el cuerpo y la artritis, ahhh y lo de los deberes cumplidos. Besos.

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  11. Pues no te digo que he visto, mientras te leía, a mis abuelos mientras tomaban el sol en la parte de atrás de la casa donde vivíamos (todos, ojo, mis padres, mis hermanos y yo...y mis cuatro abuelos. Hasta el final de su vida vivieron con nosotros). Ni qué decir tiene que la escena que has dibujado desprende esa paz que tienen las pequeñas cosas de la vida, las más importantes, claro.

    Un abrazo

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  12. Mi trabajo se desarrolla en pueblos y conozco y he ido conociendo a muchas personas que veo reflejadas en tu relato. Leyéndote les veo tanto en su aspecto, en su biografía, en su pensamiento y hasta en su sentimiento.
    Un abrazo.

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  13. El olor a patio regado me gusta tanto como la tierra recién bañada de una llovizna, lo hacen particularmente especiales, y eso se ve en lugares mas despejados, no en la concentración de la ciudad. Esa paz, que trasmites en tu relato, la he visto en mi abuela, ya hace mucho tiempo.

    Un abrazo :)

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  14. Es fa´cil imaginarse a es apersona que de manera tan excelente retratas, sentada en el patio recién regado. Huelo las flores y veo sus arrugas, sus cansados ojos y sus artríticas piernas. Me encantó tu patio, me quedo un rato a descansar.
    Gracias por participar :)

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  15. Un relato magnífico. Perfecta descripción de esos patios con siesta incluida, donde todos aquellos mayores pasaron la mayor parte de su vida.
    Un abrazo

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  16. Qué bien has descrito el patio que invita a sestear y esa etapa de la vida en que ya se ha hecho todo y lo único que queda por hacer es disfrutar de esa paz y serenidad que da el saber del deber cumplido.

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  17. Preciosa descripción de ese dejar pasar la vida de una forma tranquila y relajada, con los deberes hechos, con la vida vivida, como relajado espectador desde la quietud y la serenidad que proporciona un cómodo asiento, un patido regado, olor de flores, rumor de agua y la semipenumbra que la vegetación favorece.
    Me encanta tu patio.
    Un abrazo.

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  18. Sólo espero "...haber sabido hacer los deberes en la vida."

    Me despido con un abrazote enorme, Juan.
    Hasta siempre.

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  19. Magnífico texto que retrata la vida tal cual y ese instante mágico en el que te devuelve todo lo que le has dado. Bienaventurados aquellos que recogen el fruto de su esfuerzo y lo disfrutan aunque sea en el íntimo rincón de un patio al otro lado de la acera.
    Abrazos

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  20. Bonito homenaje a las personas mayores. Esta sociedad tendría que dejar de mirarse al ombligo y prestar más atención a quienes nos llevan muchos años. Tal vez así evitaríamos muchos errores y tropiezos. Con el consejo de quien lo sabe por experiencia.

    Un abrazo.

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  21. Buen texto, que nos cuenta lo que quisieramos que nos pasara en unos años.
    Un abrazo.

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