Fotografía de Internet
Señora:
permítame la osadía de dirigirme a usted, mediante estas letras, pero lo hago,
pensando en que su predicamento ante el señor que nos gobierna, es el camino
más corto para poder ser escuchado.
Comprendo
lo atareado que debe estar su compañero, tratando de desbrozar secas raíces,
reponiéndose de los traumas producidos por sus constantes viajes en avión,
recortando cromos del diario Marca, coleccionando vitolas de habanos, (por
cierto, la valija diplomática del Ministro de AA.EE, vendrá repleto de cajas,
después de su viaje a Cuba); buscando en las hemerotecas, viejas propuestas,
para que convenientemente maquilladas, puedan presentarse como nuevas y
revolucionarias proposiciones; aprender el alemán, esa difícil lengua en la que
habla quien manda y de la que hasta el momento, su marido, solo ha aprendido a
decir “ja” y como puede comprobar la
cosa no está para reírse.
En
fin toda la pesada carga de su responsabilidad institucional.
Pero
verá, no sé si usted, esposa y madre, ha comentado en alguna ocasión, con su
compañero, en los momentos de intimidad que seguro tienen, algo que según puede
comprobarse, a él, le ha pasado completamente desapercibido.
No
es que yo quiera, al presentarle esta cifra, que seguro no conoce, el
desestabilizar la armonía de un matrimonio “como
Dios manda”.
Pero
me atrevo a dársela, ante el silencio oneroso de quien debería ser líder, para
acabar con tanta tropelía.
Elvira:
EN LO QUE VA DE AÑO HAN MUERTO 44 MUJERES POR LA VIOLENCIA DE GENERO.
Y
su marido, como suele acostumbrar. Desaparecido.
No
es que yo pretenda que mande un SMS a cada una de las familias de esas mujeres,
en las que le dijera: “nada es fácil,
hacemos lo que podemos, resiste”. Seguro que Montoro pondría el grito en el
cielo, ante tanto gasto inoportuno.
Ni
tampoco pretendo que una asignatura de
“Educación de la Ciudadanía”, sobre la que su marido y compañía se ciscaron,
sea la de enseñar desde niños que hombres y mujeres son iguales y ningún ser
humano tiene derecho de posesión sobre otro.
Pero
al menos, una comparecencia, dando la cara y poniéndose al frente de la lucha
contra esa lacra, aunque fuese en plasma y sin admitir preguntas, nos permitiría saber que tenemos un Presidente, que es consciente de los problemas ciudadanos,
como lo es esta terrible pandemia de asesinos que degradan al género humano.
Y
por favor dígale que lo haga de corazón y sintiéndolo, que queda muy mal en la
tele, cuando no cree en lo que dice y le tiembla el ojo izquierdo y “sesea” en
demasía.
Perdón
por ingerirme en su acomodada y tranquila vida, pero entiendo que esa victimas, bien
merecen mi atrevimiento.
Atentamente
Si señor, muy bien.
ResponderEliminarUn abrazo.
Si tan siquiera se dignaran leer cartas como ésta.. Escuchar mínimamente. El pueblo se desangra, la violencia mata inocentes, y ellos duermen felices en sus comodísimos hogares con tapones en el alma. No merecen estar ahí.
ResponderEliminarUna carta genial. Para ellas, por ellas.
Un abrazo grande
Son de esas atrocidades que te hacen hervir la sangre. Así pues, suscribo tu misiva.
ResponderEliminarUn abrazo
Añádele una firma más a tu carta, aunque no creo que sirva de mucho.
ResponderEliminarEse atrevimiento ha sido muy educado.
ResponderEliminarUn abrazo.
Vaya mi nombre también en tu carta Juan porque tu carta habla por todos, habla de la miseria que envuelve el corazón de quienes se creen alejados del resto y, por mucho que posean, son los más pobres de todos, porque son pobres de espíritu y eso no se puede solucionar sacando dinero de los cajeros.
ResponderEliminarNo sé si tu magnífica denuncia llegará a su destinatario pero, lo que es seguro, es que nos llega a todos nosotros.
Gracias por esa sensibilidad y por tu buen hacer.
Abrazo.
¡BRAVO JUAN !! yo no soy española , pero quiero que sepas que estoy contigo y admiro tu valentía. Ojalá hubieran más Juanes como tí. ¡APLAUSPS !!!!!
ResponderEliminarUn abrtazo gigante.
Es terrible el peligroso engaño a que se ven abocadas tantas personas al descubrir la realidad de un Jekyll en el Mr. Hyde del que creían haberse enamorado. Y es que hay mucho desequilibrad@ suelto, y son l@s que mejor engañan a l@s mas ingenu@s.
ResponderEliminarMuy oportuna tu vía de acceso Juan!! ¡ni que decir de tus palabras!
ResponderEliminar¿Dónde hay que firmar?
ResponderEliminarAunque creo que esta gente padece de una incorregible incapacidad para "NO enterarse" de lo que NO les interesa.
Besos
Es un atrevimiento algo quijotesco, Juan, pero merece el mayor de mis respetos. Yo creo que debemos amueblar la cabeza de nuestros jóvenes de la mejor manera posible y aprender a escuchar.
ResponderEliminarUn saludo.
Está genial tu ingerencia, pero este hombre es plasmático total. Y cunado sale, es para pedir perdón por lo que han hecho sus compis de canalladas.
ResponderEliminarTristísimo.