Mis días,
con su lejano sabor a vida,
ya no necesitan ni de despertador, ni almanaque.
Mis días,
a veces interminables y plenos de ausencias,
me saben a ceniza y cuartillas emborronadas.
Mis días,
son como una caracola solitaria, vacía y gastada
que solo resuena cuando la brisa y el mar lo ordenan.
Hay días que me ovillo
al trascacho umbrío del recuerdo
y me nacen lágrimas con el sabor amargo del olvido.
Solamente las sonrisas,
la compañía de un libro
el amor que me llega de gente desconocida,
recordados retazos de
música
y la caricia de la mujer que amo,
le dan algún sentido
a las horas y los sueños.
Un poco nostálgico :-)
ResponderEliminarPrecioso el cuadro.
Un abrazo.
Días de todos los colores, instantes nostálgicos o alegras, todos están en el mapa de la vida, amigo mío, y qué bonito es tener la caricia de la mujer que amas y el amor de las personas aún siendo desconocidas.
ResponderEliminarBellísimos versos así como la pintura.
Besos y feliz tarde.
Triste y a la vez hermoso, pero esa es la pura realidad. Con los años perdemos ilusión, por muchas cosas, porque las fuerzas ya no acompañan, pero debemos de centrarnos en otras para no deprimirnos, si no mala marcha.
ResponderEliminarAbrazo Juan.
¡A LAS MUY BUENAS noches, Juan! A riesgo de parecer inoportuno, y recordando a Whitman en tu post anterior, ahí van unos de sus versos:
ResponderEliminarNo dejes que termine el día sin haber crecido un poco,
sin haber sido feliz, sin haber aumentado tus sueños.
No te dejes vencer por el desaliento.
No no es dado conocer el tiempo que nos resta, pero somos seres humanos y por lo tanto arde en nosotros el fuego de la voluntad, es decir, sí podemos (y es nuestra responsabilidad) decidir qué hacer con el tiempo en el que nuestro corazón sigue latiendo. Y lo más importante de todo, tanto que todo lo demás no pasan de simples apuntes a pie de página del libro de la vida, es amar. Así que chapeau!!!
Un fuerte abrazo de nuestra parte para vos y tu amada!!!
El sentido de la vida está en nuestro interior, la alegria por la vida sigue ahí, aunque las cenizas de la nostalgia insistan en opacarla. Si es necesario, hay que pasar con energía un buen plumero.
ResponderEliminar=)
Un fuerte abrazo
Juan me has dejado muy triste al leerte, quiero pensar que es retórica poética, pero algo me hace pensar que no es sólo eso que hay una miajita de nostalgia por ahí.
ResponderEliminar¡Venga arriba ese ánimo!
Un beso enorme.
Creo que algunos de tus días que compensan los vacíos de otros días, la ultima estrofa vence a las primeras y desde ella debes tomar fuerza y conseguir animarte para disfrutar de esas caricias, la música, el cariño que te mandamos, ese libro compañero, y las sonrisas que te ofrecen. Un abrazo y todo el cariño virtual que quepa en este comentario
ResponderEliminarTriste, entonces pensemos en aquello que solo da sentido a vivir.
ResponderEliminarUn abrazo.
La vida, hasta el ultimo segundo hay que exprimirla..sacarle el gusto...aspirar el aire...rozar el viento..bailar con los segundos...y hacer el amor aunque sea con la mirada con esa persona que amas...ya habra una eternidad para quien sabe cual otra cosa, pero en esta vida, vivir pletorico de alegria es el fin unico...
ResponderEliminarMe alegra leerte y saber que aun visitas mi rinconcito...un beso afectuoso...
La vida nos trae las diversas etapas que tú has sabido plasmar en unos sentidos y bellísimos versos y para mí eso es impagable, Juan.
ResponderEliminarSustituimos unas actividades por otras, según nuestra evolución, pero mantenernos activos, y tener nuestro espacio, el compartir con otras personas que te valoran y te estiman, eso es un apoyo sólido y necesario. Pues yo soy una más de ese grupo ya, hace meses que te sigo con interés y afecto.
Un beso.
Cuando los reflejos se van, cuando crujen las rodillas, cuando no aparece la palabra que cierra un poema... es un regalo ver que quedan sonrisas, la compañía de un libro, el amor de gente desconocida, retazos de música y, sobre todo, la caricia de la mujer que amas. Y todo eso lo tienes tú, según escribes en tu anterior entrada. Disfruta de todo ello, que no es poco para los que arrastramos calendarios a nuestras espaldas. Un fuerte abrazo, Juan.
ResponderEliminarTodo son etapas ¿verdad? Y lo bonito de ellas para mí, a pesar de los días de "ovillo en el corazón de la caracola", es que nutren el presente; son su base y sus cimientos sin los cuales no habrías podido escribir esta última estrofa tan reconfortante.
ResponderEliminarSoy más joven que tú, Juan, ya lo sabes, pero aunque algunos días de esos me rozan a veces, leerte siempre me anima, más allá de la nostalgia por el pasado o de las trabas del cuerpo. Gracias. Siempre.
(de mayor quiero ser como tú; que lo sepas. ;) (de más mayor, quiero decir :)
Mi gran abrazo y mi sonrisa (aunque sea virtual te la mando con todo mi corazón, lo sabes)