SE
ACABA LA MÚSICA
Se acaba la música
y la noche sigue
con arpegios de
silencios.
Miles Davis dice adiós
y los gatos,
transidos,
arquean el lomo
delante de la luna.
Se acaba la música
y no deja de llover en
los tejados,
mientras,
los versos nacen
ebrios de soledades.
Hay un silencio de
campana oxidada,
que acompaña los transidos ecos,
de una melodía que
pervive en las entrañas.
En la noche se apagan
las bombillas
y en la densa
oscuridad,
un revuelo de ángeles
caídos,
inician un infierno de
truenos y relámpagos
que asustan a los
gallos.
La luna, asustada,
se esconde tras el
mar,
arropada por su manta de nubes.
Hola Juan!!
ResponderEliminarEs tan cierto.... cuando se acaba la musica el silencio se apodera de la noche y todo se vuelve mas triste y oscuro.
Y el cielo llora el adios de Miles Davis.
Un gran abrazo.
Has descrito mi estado d ánimo tal como silo estuvieras sintiendo por mí y además en verso. ¿A ver si además de poeta vas a tener poderes adivinatorios?
ResponderEliminarLa tercera y la cuarta estrofa son tan descriptivas...
Y la imagen que nos regalas en la última estrofa es tannnnnn tierna, que la visualizo y me digo: Ya somos dos.
Besos poeta-adivino.
Profundo y triste poema, escuchemos nuestra música interior, hagamos que no se apague, un abrazo Juan!
ResponderEliminarHola Juan, que no pare la música, por suerte siempre está ahí, unos se van, otros, llegan cargados de ilusiones, pero siempre tenemos el legado de aquellos que marcharon. La vida sin música como bien dices es una mala noche de truenos y tormenta.
ResponderEliminarUn bello poema y un triste canto a la soledad amigo mío.
¡Disfrutemos de la música!
Un abrazo tocayo.
Triste pero bonito poema que sabe a soledades y que sirve también para hacernos reflexionar hacia dónde nos dirigimos.Al menos la música siempre será nuestra compañera. Se puede escuchar en tus versos al gran Miles Davis.
ResponderEliminarUn abrazo Juan.
Me encantó.
ResponderEliminarBesos.
Nos recogemos mientras esperamos la aparición de la lluvia.
ResponderEliminarMiles sigue tocando.
Un abrazo.
No, por favor, que no pare la música, en el silencio de la noche aún con lluvia se puede oír una trompeta entre nubes, Miles Davis toca para los que soñamos.
ResponderEliminarUn abrazo.
Los improvisados e imprevistos sonidos armónicos de la noche. Como el propio Jazz.
ResponderEliminarUn abrazo.
¡Me encanta! Toda una estampa entre melancólica e inquietante de esa sensación de absoluto silencio, cuando todo calla, acongojante, donde retiembla la tormenta... que hasta los gallos y la luna asusta...
ResponderEliminarUna delicia que evoca muchas sensaciones... de veras, ¡¡una poesía soberbia!!
Abrazo muy grande, con lluvia... de la que llena de fragancias el vacío...
La música no se puede acabar nunca, escuchémosla mientras cae la lluvia golpeando el suelo.
ResponderEliminarUn abrazo.
Alguien define tu poema como triste canto a la soledad... Y no parece andar desencaminado!
ResponderEliminarHoy el tiempo deviene así. Mañana, primavera.
Abrazos Juan.
Me encanta cómo describes ese silencio que presagia tormenta...Y esa metáfora majestuosa, que le da al poema un misterio infinito, surrealista y cercano:"Un revuelo de ángeles caídos inician un infierno de truenos y relámpagos"Mi fel
ResponderEliminarMi felicitación por tu inspiración, que nos deja silencios admirados, amigo.
Mi abrazo y felicidades por este día del libro y las letras, Juan.
Bom dia Juan, esperamos todos ansiosamente dias alegres e com muita música.
ResponderEliminarHe sentido la música, los gatos, los truenos, la lluvia, la luna y toda tu magia. Gracias.
ResponderEliminarQue belleza de poema, las imágenes van hilvanando la fotografía de la noche.
ResponderEliminarmariarosa
gracias por hacernos ser romanticas de nuevo.te invito a mi otro blog mil besos
ResponderEliminarTriste pero bello poema. Saludos amigo Juan.
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