El pasado domingo 26
de septiembre me despedía de todos vosotros, anunciando el final de mi blog o
lo que era lo mismo, que dejaba de mantener el cordón umbilical que me mantenía
vivo, que eso era en definitiva lo que vuestra presencia significaba.
No he dejado de leer
vuestras entradas y como habéis podido comprobar, he publicado algunas cosas
que me han venido a la imaginación, sin la premura que yo mismo me había
impuesto.
Dice el refrán que
“aficiones y caminos, hacen amigos” y la determinación implícita de mi
despedida, se ha desmoronado al leeros y al recibir algunos consejos
particulares, que me han hecho reconsiderar mi drástica decisión.
Por no perder lo
ganado durante estos días, os seguiré leyendo, mantendré cerrados los
comentarios, pero publicaré cuando algo se me ocurra, ya sin obligaciones
perentorias y sin correspondencias debidas.
Volviendo a los
refranes, al de “poca firmeza de retraer
la promesa”, permitirme en aras de la comprensión que espero y deseo, os enuncie este otro que
dice, “como no soy rio, me vuelvo”, que
siempre es bueno valorar el ser consecuente, pero también hay veces que no es
malo saber volverse atrás.
Dicho en “roman paladino”, se me hace difícil abandonaros
del todo, que uno es viejo, pero no de piedra.
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