El
pasado lunes, abrí el ordenador por la mañana temprano, con el fin de comprobar
los sonrojantes números de mi cuenta bancaria. (Sonrojantes no por rojos, que
los bancos, a los comunes de los mortales no nos permiten ese color. Hay que
ser o muy importante o muy sinvergüenza, para poder alcanzar esa calidad
cromática).
Bueno,
a lo que iba: que una vez cabreado por la endémica esmirriez de mí saldo, dejé
el ordenador invernando, no como castigo, solo con el fin de volver a usarlo,
una vez diseñado un nuevo plan de ahorro
para el hogar. (Mientras, me cabreé al pensar en la parte alícuota que nos va a
costar a mi mujer y a mí, esos más de 36 mil millones de euros, ya oficialmente
perdidos y lo que se espera perder, por
esa banca rescatada y esos directivos premiados con suculentas sinecuras).
Como
mi hogar no es un ente estatal, que puede seguir tirando con pólvora del rey, (
o de su yerno), pensé en hacer un ERE. El dilema me vino cuando hube de elegir
o entre mi compañera o yo. Desistí del intento: ambos nos necesitamos.
Basta
de disquisiciones, o no llegaré nunca a explicaros el problema.
El
caso es que , una vez sentado ante el
ordenador, este no se mostró proclive a dar facilidades, negándose en redondo a
arrancar.
Pensé
primero si esta negativa sería debida a un nuevo recorte del gobierno, tan dado
a cortar por lo sano, sin previo aviso. Pero deseche pronto este pensamiento,
ya que el ministro Wert no se había adelantado ni al gobierno ni a Bruselas,
aunque para ello tuviera que meterse en un jardín (eso sí, jardín con globos de
colores, toneladas de confeti y juegos infantiles) con la señora Mato, ya que
como jubilado que soy, es ella la que debe velar por mis intereses. (¿).
Después,
pensé que el culpable pudiera ser Eolo, que en estas fechas viene a inflar sus
carrillos a esta tierra, zarandeando cables, levantando desagradables
ventoleras e incomodando gravemente al tranquilo mar que nos abraza.
Sin
más disquisiciones y al reconocerme totalmente lego en esta materia, opté por
hacer lo que, en estos casos, hace cada hijo de vecino: llevar al taller de
reparaciones de estos intrincados artilugios, para ver por qué extraño motivo,
se había declarado en huelga de bips y gigas caídos, máxime cuando yo no
pretendía externalizarlo.
El
veredicto: tendrían que desarmarlo, comprobar el motivo de la anomalía,
aplazando para el viernes la resolución
del problema, aunque en principio parecía que la fuente de alimentación quedaba
a salvo.
Con
la tranquilidad de saber que al menos no nos quedábamos en casa sin el
necesario sustento y tras rumiar un fuerte taco para mis adentros, que viene a
ser lo mismo que eso que llaman
resignación cristiana, volví a casa, pensando en lo difícil que me iba a
resultar estar tantos días sin vosotros y lo que es peor: el nuevo varapalo
para mi menguada y macilenta cuenta corriente. Cuenta corriente sin posibilidad
de rescate y tiritando por los recortes que se avecinan.
Escribo
esto el sábado por la mañana en mi ordenador felizmente redivivo. Mi raquítica
cuenta corriente, ha resistido el empellón. Pretendo con estas deshilvanadas
palabras dar constancia de mi existencia.
Pronto
os agradeceré vuestros comentarios, me pondré al día de vuestras inquietudes.
Ahora
permitirme que lea la prensa de hoy, con el fin de solazarme con la agradable
noticia que nos regala nuestro gobierno.
¡Se
acabó el rescate de la banca, todo indica que lo malo ya ha pasado y un soplo
de felicidad empieza a calentar nuestros corazones!
¡!!
Y yo, con estos pelos!!!
No hay comentarios, pues ya te comento yo... que dejo de cenar muchas veces para que a nuestros peques no les falte ¿te hablo de mi cuenta corriente? Porque corriente es, corriente y moliente, vacía como los bosillos de los políticos podridos de dinero que no pagan el café y dicen días tras día: "Apúntamelo que mañana te lo pagaré"... qué lejos está el mañana, amigo...
ResponderEliminarUn abrazo que es gratis y todavía no ha comenzado su ERE.
La foto es todo un poema... el hombrecito en quien confías está abrumado, de rodillas, rezando (¿?) en el teclado (gigante: no puede ser de otra forma con la cantidad de cosas gordísimas que tan bien expresas) y al lado suyo la ventosa-quita-cosas-malolientes que solemos utilizar algunos para aliviar los desagües atascados...
ResponderEliminarMi marido, informático experimentado, no rumia sus tacos ni se los traga: los vomita. Los vomitamos a coro (sobre todo a la hora de leer el periódico o pasando por las aceras del atractivo basurero de la capital) y un consejo que él me dió cuando empecé con esto del ordenador fue: "Enchufa y desenchufa" (el ordenador se entiende) y el caso es que muchas veces funciona... (otra de las cosas que escapan a las entendederas de la gente llana) con lo cual nos ahorramos una buena pasta que nos sirve para pagar parte de la hipoteca de nuestros hijos o llenarles la despensa...
Me encanta tu forma de decir.
Pero más me encantaría que no tuvieses que decir nada hoy y pudieses dedicar tu jubilación a otras cosas más placenteras.
Un abrazo (sin recorte, gratis y libre de impuestos)
es triste cuando la vida entra a girar en torno al dios dinero a consecuencia de cuando se ha apostado como centro de nuestra existencia unicamente a el, arrastrados por un sistema que nos ha mal..educado de esa manera. Personalmente, a pesar de vivir en el mundo real trato de priorizar otros valores mas importantes. Espero haberme expresado con claridad, amigo Juan J, Trujillo!!!!
ResponderEliminarNe ha encantado como cuentas esas incidencias, demostrando tu alma de escritor.
ResponderEliminarUn abrazo, nos vamos leyendo.
Has tocado la soga en casa del ahorcado.
ResponderEliminar¡Cuentas Corrientes! brrrrrrrrrrrrrr
Blogger brrrrrrrrrrrrrrrr
Mejor no te cuento cómo está mi cuenta corriente jajaja, hablemos ¿del tiempo? jajajaja.
ResponderEliminarQue nos pregunten a los parados a ver si ya estamos saliendo de la crisis, que pregunten a los jubilados, a los trabajadores, a los estudiantes, a los dependientes... que sigan preguntando a ver cómo va el país, y ellos siempre recortando a los más débiles, cuando podrían sacar mejor tajada desde otras miradas, pero ellos solo se acuerdan de nosotros en las elecciones que es cuando prometen, después, solo se acuerdan para que paguemos más impuestos, veremos a ver qué recortes tocan en el 2014, que Bruselas no está de acuerdo con los presupuestos y piden más recortes, aunque... bueno, ya hemos dado un paso ... fin al rescate de la banca.
Un beso.
Pues que voy a decirte amigo, así andamos todos, cada vez que miras la cuenta y ves que ya no puedes mas… zassss, un varapalo con un imprevisto, que nos deja el cuerpo encogido pensado si podremos o no con un “extra” mas, y la desesperación nos llega rápido, a mi me paso el mes pasado, ahora y tocando madera navego felizmente hasta el próximo susto, que no quiero ni pensar. Me alegro de haber encontrado tu blog. Un abrazo.
ResponderEliminarMala cosa es tener que echar un vistazo a la cuenta, jajajajaja. Y si tienes hijos estudiando; hijos que ya tiran de novieta y demás, NI TE CUENTO YA.
ResponderEliminarY eso del pc, pues bueno...lo extraño es que no se fastidien más de seguido. Ahora bien, cuando se dan de Chips caídos medimos exactamente nuestro grado de dependencia de esto de la red. Es un buen termómetro, ahora que hablamos de temperaturas.
Un abrazo bien fuerte y sí, también se te echaba de menos.
Me agrada saber de ti nuevamente, que tu pc esté en activo y las cosas espero vayan solucionando poco a poco.
ResponderEliminarUn beso Juan
Es mejor dejar a un lado el mundo de los banqueros, empresarios y demás accionistas interesados en obtener mucho beneficio a cambio de que los pequeños ahorradores dejemos aparcados y postergados todos nuestros deseos, caprichos e ilusiones, para centrarnos en leer buena poesía, denuncias bien detalladas y siempre, buena escritas con tu buena letra por tanto, me alegro de que tu ordenador esté en marcha y que tus palabras sean directas, seguras y firmes, siempre resistentes.
ResponderEliminarun fuerte abrazo :)
Eso de que lo malo ha pasado, es un decir, porque lo malo sigue aquí. Y es que ha venido con intención de quedarse... Me temo.
ResponderEliminarUn abrazo.
Lo decía en tono un tanto peyorativo. Ya sé que lo malo no ha pasado y que tenemos que seguir pagando el peaje de ese prestamos. Y como siempre, lo haremos los que ninguna culpa hemos tenido de esa situación.
EliminarUn abrazo.
Dejemos correr las cuentas, abandonemos por un instante la mala uva, aplaudamos contentos y felices tu regreso añorado. Hasta siempre, ánimos a ese teclado. Besitos.
ResponderEliminarQue placer que vuelvas, leerte es balsámico para mi y no se el porque, ni realmente me interesa mucho, lo cierto es que me gusta venir y leer despacio como se hace aquello que no deseas acabe pronto, saboreando y dejando al final un sabor muy muy agradable.
ResponderEliminarTus pensamientos entran en los míos y te escucho acaparando toda mi atención.
Bienvenido siempre
Besos atrasados y recientes ♥♥♥
La verdad es que no he parado de sonreír todo el tiempo que me duraba leerte, me has encantado.
ResponderEliminarEste tiempo infernal que nos han traído unos cuantos va a durar bastante, qué pena de presente y de futuro para tantísima gente!!!
Un fuerte fuerte abrazo