MUY BUENAS TARDES, Juan. Entiendo que, en cierta manera, los lenguajes no verbales, como la música o incluso la sutileza de un aroma, pueden abrir compuertas de memoria de tiempos lejanos en la biografía de la persona: por ejemplo de la niñez. Y a colación de la cita que traes me viene aquello de "la banda sonora de una vida". Es más, la música y la poesía comparten el hecho de situarse en la periferia de los procesos lógicos que atañen al lenguaje. Y además podemos entenderla como ciertas modulaciones vibratorias que pueden ser susceptibles de resonar con ciertos campos cuánticos que operan entre las sinapsis neuronales.
Un abrazo de nuestra parte!!!
PS. Disculpa las erratas del anterior... PERO CON LA PEQUEÑUELA APUNTANDO MANERAS CON EL TECLADO...pasa lo que pasa, jajajajajaja...
Félix Grande: hace honor a su apellido.
ResponderEliminarQué bella esta cita que compartes.
ResponderEliminarMe encanta esta sección dominguera, es un acierto.
Un beso y feliz tarde.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarMUY BUENAS TARDES, Juan. Entiendo que, en cierta manera, los lenguajes no verbales, como la música o incluso la sutileza de un aroma, pueden abrir compuertas de memoria de tiempos lejanos en la biografía de la persona: por ejemplo de la niñez. Y a colación de la cita que traes me viene aquello de "la banda sonora de una vida". Es más, la música y la poesía comparten el hecho de situarse en la periferia de los procesos lógicos que atañen al lenguaje. Y además podemos entenderla como ciertas modulaciones vibratorias que pueden ser susceptibles de resonar con ciertos campos cuánticos que operan entre las sinapsis neuronales.
ResponderEliminarUn abrazo de nuestra parte!!!
PS. Disculpa las erratas del anterior... PERO CON LA PEQUEÑUELA APUNTANDO MANERAS CON EL TECLADO...pasa lo que pasa, jajajajajaja...
Muy buena frase! Hermosa!
ResponderEliminarUn abrazo.
Como estados musicales para el alma.
ResponderEliminarSaludos, Juan.
Así sea! Me encanta la idea...
ResponderEliminarUn abrazo.