LOS PUNTOS SOBRE LAS ÍES
el país habla sin modorra y sin
mordaza
llega a la historia con enorme cautela
y
pone nuevos puntos sobre atávicas íes.”
(Mario Benedetti)
Buscando
en Pixabay, fotografías para mis “locuras” con photoshop, me he encontrado con
la que os enseño en el frontispicio de esta entrada.
Mentalmente
la he comparado con los chorros de colores con los que unos aviones, pintan
cada mes de octubre la bandera en el cielo de Madrid.
Los
trazos en el cielo que se ven en mi fotografía son los de la bandera de la
normalidad, los que no necesitan de parafernalias musicales y guerreras, los
trazos nítidos en un cielo protector y corriente, que no entiende de colores,
ni de banderías ni banderas.
Es
el cielo que protege al trabajador que vuelve cansado de su trabajo y solo
espera un beso familiar y unas cómodas zapatillas que le alivien su cansancio y
le hagan olvidar la zozobra de su precaria existencia.
El
del jubilado que traduce en montoncitos, su exigua paga, para tener la certeza
de que cumple sus compromisos con la vida.
El
ama de casa que prepara la intendencia para que el grupo familiar se mantenga
unido, gracias a su pericia, que no necesita ni de Excel ni de ábacos.
El
del joven que sigue haciendo círculos en las páginas de empleo de los
periódicos, que sigue pateando las calles de la desilusión, hasta que rendido,
visita a su novia y vuelve a decirle que tienen que seguir esperando y que su
amor tiene que conformarse con la tristeza de su desocupación, mientras los
besos tienen el sabor a lágrimas de la impotencia.
Es
el cielo que cada día comprueba el milagro de esas mujeres que además de poner
orden y eficiencia en la diaria labor a la que se han hecho acreedoras, tienen
los redaños suficientes para sumarse a la lucha del hogar con su propina de
abnegación, a veces no compartida.
Esa
gente corriente, no necesita bandera, ni himno, ni símbolos, necesitan
atención. Que se piense en ellos. Que ellos sean los protagonistas. Que por
ellos se luche con nobleza. Lo demás sobra. No tiene sentido.
¿Cuántas
veces escuchan el himno, esas personas? En un partido de futbol y poco más.
Y
las banderas no tienen buena prensa. Son trozos de tela, y además tienen mástil
de material duro.
Han
sido bastantes los patriotas que han aprovechado esa tela para ocultar sus
robos y felonías y son bastantes los que utilizan su mástil, para poner en su
sitio a los osados que no están dispuestos a seguir sus consignas.
Tendremos
que decirle a esa gente corriente de la que hablo, que “después de tanta alucinación y tanto revuelo, debe poner puntos sobre
atávicas íes” y decirles, a los que interesadamente utilizan esos símbolos
en su provecho, que se dejen de monsergas, que nosotros, los normales,
necesitamos otras realidades sobre las que nunca les hemos oído hablar.
Que
dejen de manipular y sean prácticos. Que si no lo hacen, no serán los dioses de
la política, a la que dicen haberse entregado, los que se lo demandarán.
Seremos
nosotros, todos, con la misma voz ronca pero nítida, los que les haremos saber
nuestro hartazgo y les haremos desaparecer, por los tristes sumideros de la
historia.
Las banderas son trapos, con las que envuelven muchas veces, oscuras intenciones. Pienso en Jordi Pujol y su recua de hijos, que tanto "para hacer país", tenían el dinero en Andorra. Pienso en el Sr Aznar, tan patriota que se inventó una guerra, con dos idiotas más, sobre unas armas de destrucción masiva alucinadas, y que con su yerno al frente entregó miles de pisos de Madrid a fondos buitres. Si ser patriota es robar al pueblo, engañar al fisco o llevar a españoles a un frente, a mí que me borren de la lista.
ResponderEliminarMira, ante problemas internos de difícil reconocimiento o resolución, lo mejor es encontrar el enemigo fuera, y si no lo hay hay que inventarlo. Hay que crear un Nosotros, y un Ellos. Porque en el fondo a los políticos les importamos una higa, y nuestros problemas, en tanto que no los sufren ellos, se los pasan por el arco del triunfo. Poniendo los puntos sobre las ies, sobran políticos vividores que cobran asistiendo apenas al trabajo. Sobran vividores que envueltos en banderas nos venden humo para tapar la realidad de su caradura. Un abrazo
OLE, OLE Y OLE.
ResponderEliminarNo se puede decir más claro y yo rubrico cada una de tus palabras.
Estamos volviendo para atrás a marchas forzadas, cuanto alarde de patriotismo que no vale un pimiento.
El patriotismo si tiene que existir que exista en otras cosas, aunque yo hoy por hoy me sientioo ciudadana del aire, ya sabes.
Besos
Que maravilla de texto, tienes una soltura y claridad para escribir, que aunque no estuviera de acuerdo, que lo estoy, estaría encantada de leerte.
ResponderEliminarDos niños tumbados en el suelo miran el cielo y el profesor les pregunta que están haciendo y le responden que miran como los ángeles bailan y el maestro les discute diciendo, son aviones el mayor le dice, mire bien, son ángeles bailando y el pequeño añade y no son aviones, es la estela que dejan. Un abrazuco
Una buena reflexión. Como es de esperar de una gran persona como tú.
ResponderEliminarUn beso grande, Juan.
Ni me gustan los trapos ni el tachin tachin, no entiendo a esa gente que se envuelve en la bandera o canta o himno granadero, más propio para la guerra que para la paz.
ResponderEliminarUn abrazo.
Siempre sospecho de los que anuncian poner los puntos sobres las íes...
ResponderEliminarMe quedo con el poeta viendo la realidad con los ojos de lo sencillo y con la blandura del corazón.
Un abrazo, Juan
Sí, no cabría negar que los sones de la "patria" han chirriado en este desfile de la cabra de los novios de no sé qué muerte... Y es que para circo, ¡el circo patrio!
ResponderEliminarTal vez preludio de que esto se acaba... O por lo menos no será igual el próximo Octubre. Además, no parece que sea lo único que se pide que se acabe... Lo trasnochado, debe dejar paso a lo nuevo, a lo necesario, a lo normal. ¡A la mayoría sin privilegios!
El nuevo equipo dirigente parece ir en esa línea. ¡Sumemos! Y no restemos un ápice al esfuerzo colectivo que la mayoría somos.
¿Colores, qué colores? ¿Alguien ve algún color diferenciador en la fotografía expuesta?
Abrazos Juan
Muy buena reflexión. Cuánto daño hacen los trapos a veces y cuanta basura camuflan. Un abrazo querido Juan
ResponderEliminarFantástico texto, claro y conciso. Tú sí que has puesto los puntos sobre las íes. Te felicito.
ResponderEliminarSaludos
wuauuu!!! aplaudo. Totalmente de acuerdo, para reflexionar.
ResponderEliminarMi felicitación por esta gran reflexión y la forma que le has dado.
Feliz noche Juan.
¡Cómo me gusta ese cielo que has puesto!
ResponderEliminarNo necesito más.
Me gusta tu reflexión.
Besos
Bueno, tanto el texto del gran Benedetti que recuerdas, como el del gran Trujillo que lo continúa.
ResponderEliminarUn abrazo.