Francisco Morales Nieva.- Sin titulo.- Öleo/lienzo.200x200.- Año 1.960.
Francisco Nieva,
(Valdepeñas 1.924-Madrid 2.016), es hombre de apasionada y apasionante
biografía. Artista plástico, escenógrafo, autor y director teatral, escritor,
tal si fuera un hombre del Renacimiento.
Entre Beckett y
Arrabal, el mismo definió su teatro como, “vida alucinada, jubiloso furor sin
tregua”.
Hijo de un Alcalde
republicano de Valdepeñas y sobrino de Don Cirilo del Rio, el ministro de la
Segunda República, que trajo por vez primera el divorcio a España y que fue
asesinado en Toledo.
El mismo tuvo que
vivir escondido en Sierra Morena hasta la posguerra, fecha en la que decide ir
a Madrid, a cumplir su sueño de artista.
En el año 1.946 y
gracias a su amistad con Juan Alcaide, poeta valdepeñero, conoce en Madrid a
Carlos Edmundo de Ory y se una al postismo, donde ya militan autores tan
importantes como Ángel Crespo, Gloria Fuertes, Fernando Arrabal y otros
escritores.
Tras sus viajes a
París, Venecia, Berlín, Roma, vuelve a España en 1.964, con un bagaje de
conocimientos sobre el teatro moderno que primero se hace palpable en su
condición de escenógrafo-pintor y pronto en 1.976 con su incursión como autor
teatral, cambiando con su magia rompedora y contradictoria, todas las
expectativas del teatro de la época.
La lista de sus éxitos
es inacabable, lo que trajo como consecuencia numerosos premios.
En 1.990 ingresó en la
Real Academia de la Lengua, ocupando el sillón J. Y fue Premio Príncipe de
Asturias de las Letras, ese mismo año.
Os contaré una
anécdota que ocurrió en el Corral de la Comedia de Almagro con motivo de la
concesión del X Premio Corral de Comedias a Francisco Nieva.
Después de un
fragmento descarado y risueño, pleno de un vocabulario brillante y casi
desconocido, interpretado por Ángeles Martín y Beatriz Bergamín, de su obra “El combate de Ópalos y Tasia”, guardó
los papeles con los que iba a agradecer el premio y apenas balbuceando dijo, “prefiero improvisar con el corazón y
hacerles partícipes de una confesión que nunca había hecho antes”.
“Ese
fragmento que acabáis de escuchar loco y apasionado, lo escribió un muchacho de
16 años, sometido a las presiones de la posguerra, mientras su padre
agonizaba, en la habitación de al lado”
“Sabía
que lo perdía pero tuve la necesidad de asumirle. A él que le hubiese gustado
escribir, hacer teatro, pintar.”
“Mi
padre moría arruinado y fracasado y quise hacer lo que él no pudo”
Y con voz ronca y
emocionada terminó:
“Es
por eso que solo quiero deciros: Yo soy mi padre.”
Si
queréis conocer más de este verdadero genio, os recomiendo sus memorias
autobiográficas, “Las
cosas como fueron”, donde se plasma una vida que oscila
entre la realidad y la magia.
¡Qué grande Nieva, si no recuerdo mal el teatro de Valdepeñas lleva su nombre!
ResponderEliminarTu pueblo tiene un alma especial, cuna de grandes genios. Y tú también lo eres, un gran maestro.
Gracias por tus entradas, aprendo y reaprendo contigo no sabes cuanto.
Feliz domingo. Besos
Una pintura de gran impacto visual... Hace vibrar lo emocional. Y un texto, el tuyo, cargado de realismo y fuerza de quien acabó destacando en lo que sentía, y quería.
ResponderEliminarLas últimas frases que relatas, colofón de su vida más profunda!
Fuerte abrazo Juan.
hay seres grandes, cuyo destino es emular el legado paterno que se truncó. Esa lucha por dar voz a quien fue acallado, seguro influyó. Viajar abre la mente, y más en los años cincuenta y sesenta.
ResponderEliminarUn tipo a tener en cuenta, por el teatro y por su propia voz. Un abrazo
Tremenda confesión, un gran hombre, sin duda.
ResponderEliminarUn abrazo.
Inconmensurable!
ResponderEliminarY el cuadro que preside esta entrada: Increible.
Un abrazo.
Una anécdota preciosa para ilustrar su corazón y actitud de vida, gracias por darle a conocer (al menos para mí)
ResponderEliminarNo sabía que Nieva era tu paisano, la verdad es que sólo lo conocía como director y escenógrafo teatral y fue de los mejores, pero lo que me ha gustado mucho es la pintura que nos pones de él, me ha encantado, se ve que rezumaba arte por los cuatro costados.Enhorabuena a ti, su paisano.
ResponderEliminarUn abrazo
El cuadro es maravilloso y llena de emociones mi alma....un gusto conocerlo por medio de tus letras....saludos amigo.
ResponderEliminarEl cuadro de Francisco Nieva es impresionante, ese revuelo de colores fríos y cálidos semeja una auténtica batalla, Juan. Siempre he admirado a este autor teatral, sabía que era manchego, pero ignoraba sus objetivos personales y esa valiosa responsabilidad de ofrecer a su padre lo que aquel no pudo conseguir...Hombre de retos, digno de enmarcarlo en la memoria para la posteridad.
ResponderEliminarMi gratitud y mi abrazo por traerlo.
Sabía de Nieva, pero he aprendido más sobre su figura gracias a esta entrada. Desde luego un personaje a investigar y tener muy en cuenta.
ResponderEliminarGracias y un abrazo.
Una cosa tengo clara: me leeré su autobiografía. Interesante aportación. Gracias Juan.
ResponderEliminarUn beso.
Me has traído el recuerdo de un artista a quién admiré. Además de su obra, sólo con escucharlo hablar con la nobleza que lo hacía, a corazón abierto, te hacía sentir cercana. Saludos
ResponderEliminarPOr tí me voy enterando de lo que significa la cultura y el arte para los manchegos. Me agrada un montón y te felicito por pertenecer a esta tierra de molinos y buén vino. UN abrazo enorme querido amigo.
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