jueves, 23 de abril de 2020

DESDE LA VENTANA




Hoy no es buen día para asomarse. Mientras escribo esta entrada llueve, con esa cadencia triste que parece llanto, de la lluvia en otoño.

El sol, remolón y cicatero, no quiere jugar a luces y sombras, en ese paisaje que se añora desde la ventana.

Pero ya queda menos. Pronto se acabará esta neblina y empezará a ser historia esta incertidumbre, miedosa y terca, que está borrando las sonrisas.

Sois el primer escalón, de eso que han dado en llamar “desescalada”.

Pero para vosotros, yo la llamaría “epifanía”, un deslumbre, una nueva llamada a la vida, el alivio de una risa reencontrada.

Os digo que no será suficiente, pero aprovechar la salida.

Mirar con ojos nuevos, ese sol que ahora se os niega, pero que seguro saldrá para vosotros, admirar las flechas negras de las golondrinas lanzadas al azul, esas mariposas tristes, por no haber sido  perseguidas por el candor nervioso de manos infantiles, ese inacabable horizonte al que solo se puede llegar  volando al compás de vuestra fantasía.

Aprovechar bien el tiempo y disfrutar cada segundo y respirar vuestra libertad, aunque os cueste con una mascarilla.

Tomar buena nota, llenaros los ojos de luces y cuando el corazón se os llene de gozo, por esa libertad recobrada, acordaos de que en su casa, vuestros abuelos, que esperan vuestra vuelta, apagarán las televisiones, dejaran los libros y solo querrán saber, del emocionado relato de esta, vuestra primera salida.

Y si están oyendo música, olvidaran los arpegios y solo querrán saber de vuestra nueva canción de esperanza y ternura.

Y cuando lo contéis por ese invento que les habéis enseñado para veros cada día, vuestra emocionada palabra,  superará con creces cualquier narración leída y vuestras emociones tendrán calor de bizcocho horneado, potencia de guiso cocinado de la abuela, brillantez de arco iris pintado con lápices de colores.

De antemano os digo, que esa primera salida vuestra será el mejor remedio, para paliar la tristeza de su edad y de su confinamiento.




27 comentarios:

  1. Lo que pasa que los niños lo que quieren es jugar con sus amigos no dar paseos, pero bueno, todo se andará, poco poco, a partir del domingo que respiren aire puro y se oxigenen.

    Feliz Día del Libro.

    Besos.

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  2. Se te ve un pelín ansioso.
    Es broma. :-)
    Un abrazo.

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  3. Juan, es un poema muy bonito! Y esos niños volverán a ser la alegría de todas esas calles vacías en todo este tiempo y sus abuelos recibirán con emoción cada detalle que les cuenten. En todo este tiempo, los niños han aprendido una nueva lección de vida como es este encierro, necesitan oxigenarse y aprender unas nuevas pautas que con la ayuda de sus padres, les será más llevadero.
    Te dejo mis cariños para este jueves.

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  4. Una foto muy tierna y reveladora del deseo de unos niños y también de unos abuelos deseosos de recibir los abrazos y besos no dados durante este maldito encierro.

    Un abrazo.

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  5. Es un texto precioso, me ha emocionado y me ha hecho pensar en la verdad que encierran tus palabras.

    La imagen es preciosa!!, es foto o dibujo?, me encanta.

    Un beso!

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  6. Jolines! si es que como dicen...no se pué aguantá...
    Que virtud tienes con la pluma, amigo!

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  7. Los niños, primeros mensajeros y emisarios libres en este "diluvio-pandemia", que nos ha caído a todos. Ojalá nos traigan de vuelta un hermoso "ramo de olivo de esperanza", Juan.
    Mi felicitación por tu entrañable, cercano y trabajado texto.
    Mi abrazo y mi ánimo.

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  8. Los niños de hecho no la sufren aun infectados. No son enfermos, así que es injusto que permanecieran en confinamiento. Ellos son la avanzadilla, qué bien, deseo verlos un rato jugar, a correr, con esa voces de escándalo que a veces taladran los tímpanos pero que son vida

    Un abrazo grande y pronto dejarán salir a correr y esas cosas de hacer deporte, ta necesario.

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  9. Preciosas palabras de padre y abuelo. Permíteme que me las lleve como madre porque como abuela no he tenido esa suerte.
    Volverán con un ramito de olivo, como palomas mensajeras.
    Un abrazo Juan y una 🌹

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  10. Seria bueno que pudieran leerte, los padres ya les estan explicando como será la salida, como encontraran la calle, que no pueden tocar las barandillas, ni los columpios, que no pueden compartir juguetes con otros niños. No se como será la primera salida, la de los padres un sin vivir un estar pendiente de todo lo posible y lo imposible. Abrazos

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  11. Enhorabuena por esa primera salida entonces, un texto bello el tuyo.
    Te dejo un beso enorme al alma desde mi rincón infinito, muakkkk.

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  12. Una prosa poética escrita con tanto corazón que llega a emocionar.
    Creo que somos los abuelos más que los propios niños los que estamos poniendo la salida en valor, ellos y hablo por mis nietos, dicen que no los hace ninguna ilusión salir a la calle si no pueden jugar con sus amigos, que están más tranquilos en la casa sin estar pendientes de donde ponen las manos. Ya me dirás.
    ¡Feliz día del libro, AUTOR!

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  13. Juan, me has emocionado mucho. No hay día que no piense en estos niños, ha sido muy duro, y han aguantado como campeones, dando ejemplo en algunos casos. Pese a esta imposición tan dura para ellos, nos han enseñado mucho, como siempre digo, cada día aprendo más de ellos que ellos de mí.

    Es como una misiva que llega al corazón. El tiempo vuela... pronto vendrán esos abrazos esperados.

    Mil besitos para ti y muy feliz día del libro.

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  14. Yo estoy deseando que salgan. Pero me da miedo los mayores que los acompañen. ¿Serán lo suficientemente responsables? Me gusta lo que has escrito.
    Un abrazo.

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  15. Los niños en la ventana mirando la calle...tan actual como tierna y expresiva imagen...me has emocionado.

    Un beso

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  16. Esos niños ansiosos en la ventana, sabiendo que pronto podrán salir y contarte su aventura, se asemejan a cuando esperan la mañana de Reyes la autorización para entrar a ver los regalos.
    Un abrazo.

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  17. Sí, los niños podrán salir a la calle...
    Qué emotivas palabras, Juan.
    Escribes de maravilla.
    Besos

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  18. Es una belleza tu texto, Juan. Me emociona mucho.

    Hoy mi hija Violeta (8 años) me pedía que la dejara ir a comprar a la tienda de enfrente. "Porfi, mami, hace muchos días que no piso el suelo de verdad", me decía. Y tiene razón, no había caído que como vivimos en un séptimo en realidad están pisando un trozo de cielo que a ratos, supongo, no lo parece. Ella me pedía pisar la tierra, tocar el pasto,... No pude dejarla ir.

    Espero que cuando tus nietos te cuenten su primera salida sea tal cual lo relatas.

    Besos

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  19. Un texto lleno de esperanza. Que así sea. Saludos.

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  20. Un texto muy natural Juan. Y a la vez muy tuyo. Y que muchos lo haremos nuestro por identificarnos con él... Con ellos.

    Gran abrazo. Y que tengas muy buen día!

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  21. Yo no tengo nietos pero con la misma ansia y alegría escucharé los relatos de mis muchos sobrinos nietos, y hoy la videollamada familiar será para festejar el cumple de uno de ellos. Faltarán los besos y abrazos pero nos resarciremos cuando todo pase armando una fiesta por todo lo alto de cumpleaños atrasados (y son muchos entre mayores y peques)
    Un texto emocionante, Juan. Lleno de esperanza :)
    Un beso y sigue cuidándote :)

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  22. Sentido homenaje a esos pequeños héroes que llevan más de un mes confinados en sus casas, cuando lo que necesitan es salir, estar en los parques, en el cole, jugar con sus amigos. Y lo hacen sin protestas ni alharacas. Mi aplauso de cada tarde a las ocho va en gran parte dedicado a ellos.
    Un abrazo, Juan.

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  23. Ellos son los que contarán nuestra odisea, que para sus pocos años tendrá un halo de aventura.
    Y mañana vivirán un día en el que volverán a ser ciudadano, aunque de 1 en 1. Una hora. Un kilómetro. Un adulto.
    Saludos.

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  24. Qué tierno y dulce eres Juan.Me ha emocionado el cariño con el que deseas los niños su primer día de libertad desde que empezó todo esta locura
    Seguro que contarán bonitas y sinceras emociones.Los niños son así,y ello nos hará apagar todos los ruidos,hasta los del alma, para escucharles
    Besucos ,amiguco

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  25. Cuanta razón llevas Juan. No hay música, ni serie ni entretenimiento que sustituya el relato emocionado de un niño de todo aquello que vive, que ve. ¿Que haríamos sin los niños?

    Bss.

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