jueves, 30 de abril de 2020

LA CARTA



Lo había meditado durante una larga noche de insomnio, como las que repetidamente padecía.

La destinataria de su carta, tenía que saber todo lo que sentía y le torturaba: sus frustraciones, sus anhelos no conseguidos, los obstáculos que la vida le ponía para poder hacer realidad su sueño, su falta de valentía para gritar a los cuatro vientos la injusticia de no poder ser dueño de sus deseos.

Nada más empezar su redacción, se quedó sin tinta en el bolígrafo.

Se levantó en busca de otro y al pasar al lado de la cuerda que colgaba del techo, en un movimiento reflejo tiró de ella.

Junto con las luces primerizas del alba, por la ventana también entraron sonidos de campana de la torre cercana y un luminoso y nutricio rayo de esperanza.

Afortunadamente, no hubo más palabras en la carta rocíen iniciada, sólo el encabezamiento:

.-Sra. Juez:


22 comentarios:

  1. Un estirón para la esperanza.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  2. Es lo que tiene el amanecer. Devuelve la luz, devuelve la esperanza. Quizás esos amaneceres que tenemos la suerte de ver y a veces fotografiar, no deberían ser un tránsito de esos azules, violáceos e índigos hacia el anaranjado y rojizo, sino un camino hacia un gamma de verdes, que al fin y al cabo es el color que simboliza la esperanza. (o eso dicen).
    Y a la Sra. Juez, solo una carta para invitarla a cenar, a la luz de la luna 😉

    ResponderEliminar
  3. jajjajajajjaja...

    Muy bueno Juan!

    Abrazos.

    ResponderEliminar
  4. Muy bueno Juan, me ha encantado el final jajaja.

    Besazo grande al alma y que tengas un maravilloso día.

    ResponderEliminar
  5. Lo que tiene la luz es que hace ver la vida de otra manera, se ven las salidas, las oportunidades.
    SAludos

    ResponderEliminar
  6. uf, mejor que ahí se detuviera. Nunca hay tormenta que no lleve detrás un sol que saluda. Por esos momentos de desesperación, que todos podemos tener, que seana cortos, que desaparezcan. Pero tarde escribía a la mujer que escondía su toga

    Un abrazo y feliz tarde.

    ResponderEliminar
  7. Lo pensó mejor al ver una pequeña luz.

    Un abrazo

    ResponderEliminar
  8. Tu relato en estos momentos nos da la clave para resistir, no obsesionarnos y seguir adelante con optimismo: distraer la mente con una luz, una imagen, una música, una llamada y tantas cosas...El tirón de la ventana fue el punto de inflexión, que cambió todo...Muy bueno, Juan.
    Mi felicitación y mi abrazo, amigo.

    ResponderEliminar
  9. Bendita la tinta agotada. Siempre hay una luz para todo, unas campanas conciliadoras y una esperanza en cada amanecer. Un precioso relato por lo hermoso y por el final feliz. Necesitamos finales felices. Abrazos

    ResponderEliminar
  10. Como siempre digo... nada pasa por casualidad, si cuando no es el momento la vida avisa con señales que debemos saber interpretar.
    Un placer leerte, Juan.

    Mil besitos para ti y feliz jueves.

    ResponderEliminar
  11. A tiempo, llegó a tiempo, la luz, la claridad, la ventana... siempre una ventana.
    Mi abrazo seguro que te llega a tiempo.

    ResponderEliminar
  12. La imagen ya se veía desde el principio como de un confinamiento bastante peor que el nuestro, pero la historia dio un sesgo y se hizo la luz. Un buen final lleno de esperanza, ojalá que en nuestro confinamiento ocurra igual, aunque aquí creo que tendrán que tocar no una campana sino todas las de las catedral de Burgos.
    Me gusta también tu prosa.
    Un abrazo lleno de esperanza.

    ResponderEliminar
  13. Qué oportuna la luz. Hay magia (y no sé quién estará detrás de ella) en todas las circunstancias que se dieron para que llegara a verla.

    Muy buen relato, Juan

    Besos

    ResponderEliminar
  14. Por algo no se redacto esa carta.... Saludos amigo.

    ResponderEliminar
  15. Llegó en buen momento la luz de la esperanza.
    Un relato muy bueno, y me gusta el dibujo.

    Besos

    ResponderEliminar
  16. Ya ves, un pequeño gesto puede valer toda una vida.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  17. ¿qué buen relato, Juan!!!
    Abrazos mayeros.

    ResponderEliminar
  18. Más que un relato es un canto a la esperanza y es que siempre en la oscuridad se cuela algún rayo de luz. Besos.

    ResponderEliminar
  19. Me gustan los relatos con esos finales.
    Felicidades

    ResponderEliminar
  20. Todo pasa por un motivo y en el momento idóneo... Al final ese rayito de esperanza logró un buen final.
    Me encantó Juan.
    Te dejo mis cariños para esta noche.

    ResponderEliminar
  21. Tengo la duda de si la carta se quedó en dos palabras porque el boli se quedó brindar tinta o porque pasado el momento de desasosiego, la esperanza acudió de nuevo a auxiliarlo. Me quedo con lo segundo.
    Bss.

    ResponderEliminar
  22. El amanecer entro por la ventana y trajo una esperanza nueva, el boli colaboro.

    Abrazos.

    ResponderEliminar