Mi
vejez se sostiene gracias a tu mirada
y
al mar que nos redime.
Quedaron
lejos los años de ubérrimos viñedos
y
resequez de rastrojos,
de
grillos en las tapias y flores de cardenchas,
de
vencejos raudos ,
como
flechas negras en busca de crepúsculos.
Ahora
estamos en tiempos de descuento,
en
ese tiempo que naufraga,
asido
al tablón de los recuerdos,
en
ese continuo estertor que nos acecha
a
la hora que atosiga la nostalgia.
Aunque
luchemos por evitarlo,
tratan
de quitarnos la sonrisa
y
hasta el aire necesario,
para
que la vida se oree y huela a flores frescas.
Y
una sombra de ciprés en lontananza,
se
ha hecho color en las pantallas
que
nos asedian de tristeza
y
empezamos a volver a las andadas
de
aquellos comienzos nuestros,
donde
los muertos diarios
ni
tienen, ni tenían nombres y apellidos.
Porque
estamos señalados
por
esa triste matemática que no sabe de ilusiones,
que
resta los recuerdos y multiplican los silencios.
Porque
estamos a cuatro pasos
de
esa total oscuridad que nos aguarda,
por
eso,
mirando
hasta el fondo de los tiempos,
recordemos
aquel beso primero que nos dimos.
Aquel
rilar de las estrellas,
cuando
las mirábamos cogidos de la mano,
temblor
semejante al de la primer historia
que
Antonio Machín nos cantaba con el primer abrazo.
Decretemos
el estado de alarma a la tristeza,
volvamos
a escuchar las canciones
que
hicieron nuestra historia.
Olvidemos
los sillones
y volvamos a ese mar abandonado que nos llama.
olvidemos
las ausencias,
y
volvamos a nacer a la vida,
como
la luz nace, después de las tinieblas.
Olvidemos, sí, pero mayormente IGNOREMOS.
ResponderEliminarPreciosa.
Un abrazo.
Hola Juan, me ha conmovido tu poema que nos describe una gran realidad, pero como bien dices
ResponderEliminarDecretemos el estado de alarma a la tristeza,
volvamos a escuchar las canciones
que hicieron nuestra historia.
Olvidemos los sillones
y volvamos a ese mar abandonado que nos llama.
Abrazos.
Hola Juan!!
ResponderEliminarHermoso poema; que nos muestra el maravilloso camino recorrido cob ese amor de toda la vida; eso es hermoso; que no hay mayor pecado que no haber sentido amor.
Un fuerte abrazo!!
Me has dejado un cúmulo de sensaciones variopintas... y no sé con cúal quedarme... nostalgia, tristeza, esperanza, recuerdos... Me quedo con el final, que para eso se pone... y con la magnífica destreza de tus palabras que corren solas hacia ese bello "mar abandonado" y fiel.
ResponderEliminarUn abrazo :)
Ah! y la pintura-fotografía es de primera.
ResponderEliminarNo viene mal rebobinar y plantarse en la época feliz, en aquellos momentos maravillosos. Vamos pasando la película de la vida y nos damos cuenta de que los años pasan pero el cariño se va reforzando cada día.
ResponderEliminarPreciosas palabras.
Con la edad nos invade la nostalgia, los tiempos de buenos recuerdos se quedan atrás, el futuro empieza adejar de serlo y una buena compañía lo es todo.
ResponderEliminarHermosa imagen.
Salud y un abrazo.
Me es imposible olvidar las ausencias, querido Juan, pero en la noche y en el día, aprendí a vivir con sus recuerdos. Renacen también cada noche y en la intimidad, antes del sueño, agradezco que estén ahí, ausentes y presentes.
ResponderEliminarJuan, haces un repaso al pasado y te das cuenta que todo vuelve a repetirse como una rueda de molino.El hombre se supera en técnica y conocimiento, pero sigue tocando fondo en cuanto a valores humanos. Por eso, de forma inteligente nos recuerdas que hay que llenar el alma de momentos felices con la música, la naturaleza y todo aquello que nos hizo respirar alegría y libertad...Me encanta esa invitación al optimismmo, amigo. La vida empieza cada día y es todo un regalo.
ResponderEliminarMi felicitación por tus buenos poemas y mi abrazo cálido y lluvioso desde Madrid.
Y este canto a la vida, a los recuerdos, a los que se es por lo que uno fue... Me ha encantado, Juan.
ResponderEliminarMil besitos y feliz tarde.
Es una preciosidad. Qué lejos quedan los tiempos de juventud y premura, del rielar de las estrellas en el mar, pero, como dices, nos sostiene la mirada de quien, compañero de vida, nos sigue haciendo latir
ResponderEliminarUn abrazo, y feliz noche
Contra los decretos que deciden decidir quién verá el próximo día
ResponderEliminary quien no.
Contra las normas que impidan respirar.
Contra prohibir la huella de huellas en la piel,
siempre hay que luchar.
Para que la vida se oree y huela a flores frescas, J.L.
Es lo que hay Juan, todos los días amanece.
ResponderEliminarUn abrazo.
Son duros los recuerdos que nos traen las ausencias. Un abrazo
ResponderEliminarEl devenir de la vida, Juan. Un poema maravilloso.
ResponderEliminarMe evoca muchos sentimientos, es un gusto leerte.
Abrazos
Que bonito llegar siendo dos, me han parecido emotivos tus versos. Y la imagen de arriba, me sorprende como manejas el programa lo he intentado y no soy capaz. Un abrazo
ResponderEliminarTus versos son un hermoso canto al amor, a la vida, donde al paso del tiempo los recuerdos vuelven para no olvidar y sentir el alma llena de todo lo vivido.
ResponderEliminarMaravilloso poema Juan.
Un cálido abrazo
Un texto bellísimo pero lleno de nostalgia, de recuerdos y de tristeza por esa vida que se fue quedando atrás con el paso del tiempo, menos mal que al final das la oportunidad a la esperanza con ese "decretemos el estado de alarma a la tristeza" que tú enarbolas y que yo sigo a rajatabla a pesar que a veces la vida te vaya poniendo obstáculos.
ResponderEliminarNo me gusta verte triste yo te diría sin ánimo de darte consejos, que luego me tomas por aleccionadora en plan cariñoso, que el aquí y ahora es lo único que tenemos y es a lo que hay que agarrarse: estás vivo y lleno de arte escribiendo y pintando ¿te parece poco? piensa que tus entradas contribuyen a la felicidad de la gente que pasa por tu blog que disfruta con ellas y eso es presente, no es ni pasado, ni futuro. cada etapa tiene su aquel y hay que exprimirlo y paladearlo para renacer cada mañana lleno de esperanza e ilusiones.
Anda que la rentrée que he tenido... dando ánimos, si me toca ayer o antes de ayer...
Un fuerte abrazo.
No podemos quedarnos así para siempre. Aceptarlo como irremediable.
ResponderEliminarUna preciosidad lo que has escrito.
Un abrazo.
Maravilloso poema amigo Juan. Juntos y con amor la vida será mejor, saludos.
ResponderEliminarVeo a un hombre que expresa sentimientos y realidades... No tal vez estas últimas tan reales en sí, pero él así decide vivirlas.
ResponderEliminarAbrazos Juan. Un placer leer tan de mañana tan buen hacer!
Así es la vida amigo, un bello poema cargado de nostalgia y al mismo tiempo de esperanza, esa que no debemos perder bajo ningún concepto. La vida es bella y cada día debemos disfrutar de esa bendición y si, además, tenemos la suerte de tener a nuestro lado a la persona amada con la que hemos compartido toda una vida, no podemos pedir más, demos gracias por esa bendición.
ResponderEliminarMe encanta el cuadro que preside el poema ¡felicidades!
Un abrazo
Acabo de darme cuenta que además de gran poeta sos un artista de la pintura, Juan, al ver tu firma al pié, profundos sentimientos en tus versos, un abrazo!
ResponderEliminarP.D. Por si estás entre quienes no pueden acceder a mi blog por cambio de perfil, me tomo el atrevimiento de dejar la huella, entrar a Google y poner: elblogdemariacristina.blogspot.com
Poema donde la tristeza se pasea, pero donde la esperanza surge triunfante y donde el amor sigue floreciendo a pesar de los años. Besos.
ResponderEliminarBoa tarde meu querido amigo Juan. Parabéns pelo seu poema.
ResponderEliminarJuan, ¿ella lee lo que le escribes? Conozco una pareja en la que ella no supo nunca que su él le escribía versos tan sentidos y poéticos como los tuyos. Quizás eso forme parte también de la magia.
ResponderEliminarLa casa que ilustra el texto es una bella metáfora de tu verso.
Un abrazo.
Como dijo Enrique Barrios, chileno "Cada quien vive en el universo que es capaz de imaginar". Con estas palabras te leo y encuentro una paleta de pintor, un perfume a poesía y mucha sabiduría. Arte total. Gran inspiradora Angelines. Un abrazo para ambos.
ResponderEliminarHay miradas que nos salvan.
ResponderEliminarUn beso
Juan, al verte en espacios comunes te suelo leer y algún comentario te he dejado en ocasiones.
ResponderEliminarPero este que leo hoy es tan bello y sentido que en esta mañana, anima "nacer a la vida".
En cada poema dejas tu alma al descubierto.
Un abrazo y buen día.
«Cuando seamos viejos»
ResponderEliminarPara salvar las noches en que estas enfadada,
y con estos diez años que te llevo de ventaja,
voy a obligarte niña a mirarme a la cara,
y hasta que te lo diga, que no me des la espalda.
Cuando seamos viejos vas a llorar con rabia
de verte en el espejo la cara tan cambiada,
se llenaran de arrugas tus risas de muchacha.
Será mas insegura esa voz que hoy te manda.
Cuando seamos viejos no habrá tanta distancia,
sentirás menos miedo sabiéndome en tu cama.
Ya, ni discutiremos ni servirá de nada
te reñiré bajito lo que antes te chillaba.
Cuando seamos viejos, estarás mas cansada,
seremos compañeros, nos haremos mas falta,
cuando no estés conmigo te notaras muy rara,
y me encontraré perdido si un día nos separan
Cuando seamos viejos, veremos con nostalgia
sentados desde un banco, como la vida pasa,
yo hablando con alguno que no me entiende nada,
tu inventándote prisas para volver a casa.
Para salvar las noches que entonces serán largas,
y cuando estos mis diez años se vuelvan desventaja,
porque me falten fuerzas o a ti te falte gracia,
entonces niña vieja podrás darme la espalda.
Alberto Bourbon.
Me has emocionado con tus versos. Llenitos de realidad, amor, nostalgia y esperanza. Sé que lo reeleré muchas veces.
Te dejo la poesía de Burón que me atrapó cuando era muy jovencita. Los sentimientos en la poesía no tiennen edades.
¡¡¡GRACIAS!!!!
¿Ve tu mujer lo que le escriber? Intuyo que sí...
Besos.