El día, como todos los
últimos, lo había enredado en su maraña de desencantos, prohibiciones y prisas.
La noche, cicatera, no
le había prestado la posibilidad de los sueños y hasta el café mañanero, lejos
de calentarlo, le había dejado en el
paladar un regusto residual a granza amarga pegado a sus encías.
Al salir de la
acogedora cafetería, a pesar del refugio caliente de la lana de su bufanda,
sintió en sus mejillas un frío clandestino que los hombres del tiempo no habían
descubierto, escondido entre isobaras y anticiclones.
Pensó que, otro día se
le presentaba frío y sin futuro y maldijo de su suerte.
Menos mal, que al
doblar la esquina, todo cambió en un instante, sin darse cuenta se topó con una
joven con un alegre vestido estampado de rosas, que inundaba la mañana con un
suave perfume que no era capaz de igualar el aroma juvenil y alegre de su
sonrisa.
Se presentaron: él,
acostumbrado a no saberse escuchado la mayoría de las veces, dijo con énfasis
su nombre y apellidos.
Ella mirándole de
frente con sus inmensos ojos azules dijo:
.- Hola, me
llamo Primavera.
En
aquel momento supo que su suerte había cambiado.
Eres un "crac" (aplausos)
ResponderEliminarUn encuentro precioso y esperado, de los que dejan tibieza y color en el corazón. Me ha encantado, Juan.
ResponderEliminarMil besitos y feliz primavera.
Que hermoso encuentro con aromas de primavera.... y ya el frio y gris invierno se va alejandoooo.
ResponderEliminarSin embargo por Baires estamos despidiendo el aire calido del verano.
Bsosssss Juan!!
Es que realmente cambia la vida entera cada vez.
ResponderEliminarMaravilloso encuentro.
Un abrazo.
Me ha gustado tu manera de personalizar la primavera, entre tanto desastre, es la visión perfecta.
ResponderEliminarMuy bonito, Juan
Encantador relato... Un encuentro inolvidable :)
ResponderEliminarY tu muchacha en la foto, preciosa..
Abrazos ;)
Así empiezan las grandes historias de amor. :-)
ResponderEliminarUn abrazo.
Un precioso relato que no percibes su final hasta llegar tan gratamente a él. Muy bueno tocayo.
ResponderEliminarUn abrazo y buena primavera.
Ojos azules y se llama primavera, ¡¡menudo pibón!!
ResponderEliminarUn abrazo.
Boa tarde Juan, parabéns pela excelente história, ficou especial.
ResponderEliminarNo me esperaba ese final y me ha encantado!!
ResponderEliminarBesos!!
¡¡Aplausos!!!
ResponderEliminarQue más que aplaudir tan bonito escrito.
marairosa
Bienvenida esa chica con el traje estampado de rosas.Que sea ella la que se lleve el mal tiempo y las pesadillas,sobre todo la de la pandemia.
ResponderEliminarBonito relato en honor a la primavera.
Un abrazo,amigo.
¡Hay que ver lo que puede cambiar que te digan un "hola" en condiciones! Bueno también acompaña esa imagen que no puede ser más atractiva y ese traje estampado de flores.
ResponderEliminarLos encuentros con la primavera siempre provocan la alteración de la sangre y todo lo que lleva consigo.
Me gustó mucho el relato y la personificación de la primavera.
Un abrazo con el deseo de que tengas una primavera repleta de cosas bonitas.
No creo que este año le dé alergias la primavera al afortunado. Qué bien plantá te ha salido.
ResponderEliminarUn abrazo.
Hola Juan.Buenas noches.Imagino a la primavera saliendo de la cafeteria, vestida de primavera, oliendo a primavera, con sus ojos inmensos de un azul primaveral. NO era extraño que aquel joven la mirara y con sus piés frios y su bufanda de invierno, y solo pudiera balbucear su nombre: Hola me llamo Juan José...Que tengas un buén dia DE PRIMAVERA INTENSO Y PLÁCIDO.
ResponderEliminar...La vida llega sorprendiéndonos, probando la actitud de cada cual y lo consigue, Juan...Como tú has conseguido sacarnos una sonrisa de primavera. Muy bueno.
ResponderEliminarMi felicitación y mi abrazo admirado, amigo.
Es la fama que tiene la primavera que pone color y luz, alegría y ritmo, que quita bufandas y fríos interiores y despeja soledades. Un buen pronostico nos dejas, doblar la esquina es promesa de felicidad. Un hermoso cuento. Abrazos
ResponderEliminarMaravilloso, eres un crack.
ResponderEliminarAplauso largooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooo!
Besos.
Encuentro de bella primavera en flor. Saludos amigo Juan.
ResponderEliminarLindo, muy lindo texto. Esa Primavera, al doblar de la esquina
ResponderEliminarUn abrazo enorme
Un relato real y enternecedor, que si aguzo la imaginación, puedo verte como protagonista del mismo, por lo menos en su segunda parte, en lo de la "suerte" cambiada.
ResponderEliminarY surgen en mi mente tus palabras de hace poco: "Seguro que vendrán otros momentos mas luminosos y podré plasmarlos jubilosamente." ¡Ya están aquí! Y son más tú que nunca.
Fuerte abrazo amigo Juan.
que maravilla el arte de tus pinturas y tu prosa
ResponderEliminarSeguro ese frío indefinido se le va después del encuentro =)
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