Aburrido, sacó la vieja
caja de carne de membrillo donde guardaba las fotografías de su pequeña
historia, la de su familia y de sus amigos y volvió a repasarlas.
Ya se las sabía casi
de memoria, pero aquella tarde reparó en una en la que se encontraba con su
amigo Fernando en la plaza del pueblo.
Este llevaba pantalón,
chaqueta y zapatos, mientras él vestía de “trapillo” y poco acorde con la
pretendida solemnidad que el fotógrafo exigía.
Un pantalón sin
cinturón, alpargatas de cáñamo y una camisa blanca un tanto desvaída, no se sabe si por el sepia de la fotografía o
por la propia vejez de la prenda.
La miró detenidamente
y tras ponerse las gafas, observó una mancha negra en el bolsillo izquierdo de
la camisa. Y recordó.
Con sus pocos y
mermados ahorros, se había comprado en un puesto de baratijas en la feria de
agosto, una pluma estilográfica, con la que pretendía escribir sus primeros
ansiados versos.
Ufano de la
adquisición, siempre la llevaba en el escaparate del bolsillo camisero, sin
saber que la simpleza del artilugio, sumado al calor agosteño, era suficiente
para que el mínimo depósito de tinta, ahíto de sudores, vaciara su contenido en
la otrora impoluta camisa.
Recuerda la bronca de
su madre, la desaparición de la pluma y el saber que desde entonces, cada poema
escrito, debía dejar sobre la blancura de la cuartilla, junto a palabras negras
como crepúsculos desencantados, la blanca inocencia de lo vivido y sobre todo,
aun con el paso de las años, la juvenil decisión de seguir aspirando a lo
imposible.
Cachis, qué estilográfica, qué mal rato. Una foto preciosa, de juventud en flor
ResponderEliminarUn abrazo
Entrañable fotografía. Iba a preguntarte si usabas zapatos de dos colores o alpargatas pero ya leo que esto último! :))))))
ResponderEliminarPor lo demás, a la moda los dos. Tu amigo, y por hacer unas risas con respeto, ya usaba pantalones "pirata" y "acampanados" a la vez.
Abrazos Juan. Buen domingo.
Tengo una experiencia similar unos cuantos años después. La camisa era amarilla y aquello no había manera de disimularlo. :-)
ResponderEliminarUn abrazo.
Las fotografías siempre son entrañables,como el recuerdo que nos relatas y que nos transporta en el tiempo.
ResponderEliminarMe ha encantado.
Un abrazo,amigo.
Esas fotos antiguas nos trasladan a viejos tiempos y nos traen bonitos y no tan bellos recuerdos, pero es lo que somos, lo que a lo largo del tiempo hemos ido recogiendo, no te conozco tanto, pero creo que tu has tenido un buen pasado solo intuyendo lo que nos cuentas.
ResponderEliminarUn abrazo
Esas estilográficas hacían grandes desastres! Hermoso recuerdo, imagino que sos el de la camisa blanca con su gran mancha de tinta aflorando, un abrazo Juan!
ResponderEliminarHola Juan , que bellos recuerdos , espero que con los años
ResponderEliminarse hiciese realidad sus sueños y ha helos , cuando veo las pocas fotos de mi abuelo
de joven veo lo que cuentas aquí de tus fotos , tengo una de mi madre de su primera comunión
y estaban todos muy guapos , pero la vestimentas eran las de aquella época , muy bonita tu entrada
te deseo una feliz mañana , besos de flor.
Recuerdo esas manchas en mi bolsillo y las miradas de mi madre.
ResponderEliminarHermoso texto.
Un abrazo.
Precioso texto y entrañable fotografía antigua. Creo que, todos hemos vivido algo similar con las plumas e incluso bolígrafos.
ResponderEliminarUn abrazo Tocayo y buen resto de semana.
He pensado al principio que habíamos perdido un poeta por una mancha, pero todo se ha quedado en el susto.
ResponderEliminarSoy tan mayor que todavía fui de los que hacían caligrafía con pluma.
Un abrazo.
Buen relato que no me extrañaría nada que fuese real. Un abrazo.
ResponderEliminarLos bolsillos de mi babi, solían estar machaditos de tinta "china", me encanta las fotos de antaño ¡Cómo evoluciona todo!
ResponderEliminarEs maravilloso poder aportar tan entrañables recuerdos ocurridos hace tantos años, señal que estamos vivitos y coleando, no ni ná...
Besos.
Benditas cajas de membrillo, cuando no de puros baratos o peor aún de zapatos. Confieso la influencia que tuvieron en mi edad temprana y que junto con otras (influencias) me llevaron a hacer de la fotografía mi oficio. Recuerdo la obsesión que tenía al principio, cuando aún era solo un aficionado, de preguntarme que significaría para los que habitaban en la imagen, verla después de años.
ResponderEliminarEsa obsesión ya no la tengo. Ya no me alcanza el tiempo. Además, la fotografía, ya no es lo que fue tiempo atrás. Ahora tiene un valor muy diferente.
Aún escribo con pluma. Es una de las mas provechosas formas de meditar.
Mi abuela tenia una de esas cajas y otra de madera de sobrecillos de azafrán, en cuanto a la pluma que levante la mano aquel al que no le haya pasado, por todo esto me resulta una entrada entrañable. Abrazucos
ResponderEliminarAyy esas cajas que chulas eran. Y las de colacao!! de esas tenía yo y eran perfectas para guardar mis tesoros.
ResponderEliminarAún escribo con pluma, en muchas ocasiones, me encanta; y con lápiz.
Y más de un bolso manchado de tinta.
Una fotografía y unas letras entrañables.
Un beso!
¡Una preciosidad de texto! Con tu prosa elegante desnudas tu ansia de llenar de poesía las hojas, como así ha sido hasta ahora... vertiendo toda esa inocencia de lo vivido. Veo esa aspiración tuya como el verdadero espíritu joven que pulsará siempre en tu interior por mantenerte a la búsqueda de la perfección. Por eso logras poemas y prosa como ésta.
ResponderEliminarMi admiración por tu palabra tan pulida.
Un abrazo a ese chico tan majo que sigue en ti :)
jaja a muchos le sucedió eso!... no hace demasiado a mi marido, arquitecto él y amante de las lapiceras, arruinó varias camisas de la misma forma. Se te ve muy contento en la foto
ResponderEliminar=D
Juan, tu alma sigue teniendo sus alpargatas, su camisa blanca y la mancha de la estilográfica en el bolsillo.Sigues escribiendo con entrega y empeño, tratando de tocar "lo imposible". Y consigues tocar el cielo del sentimiento con tu claridad, fresca y genuina, amigo...Una preciosura, que llegará a los ojos de nuestra amiga maestra...
ResponderEliminarMi felicitación y mi abrazo agradecido y entrañable, Juan.
Esa caja es un tesoro, ve sacando fotos de ella y cuéntanos su historia, imagino que como esta, será entrañable, humana, jovial y llena de sensibilidad. Reflejo digno de su protagonista.
ResponderEliminarMe encantó.
PD ¿qué tal la vacuna? Me imagino que estupendamente y que a estas horas estarás durmiendo como un lirón. ¿No?
¡Qué emotivo texto, Juan!!!
ResponderEliminarEsas cajas llenas de fotos en blanco y negro, ¡qué de recuerdos!
Besos
Fantástica y emotiva entrada llena de recuerdos que ahora con un teclado, compartes con nosotros sin manchas negras.
ResponderEliminarUn abrazo, muchacho bien parecido con alpargatas.
Fotos viejas, ilusiones del pasad. Cada una con su historia y recuerdos.
ResponderEliminarmariarosa
Que bonitos recuerdos. Saludos amigo Juan.
ResponderEliminarjUAN QUE BELLA IMAGEN DE UN PASADO LLENO DE GLORIA DE VIDA Y DE SENTIRES. tU ALMA POETA HA HECHO DE VOS UN PINTOR IRRESISTIBLE Y CON LA MENTE VUELAS SIN EDAD ALCALZANDO LO QUE QUIERES- uN BRINDIS POR VOS Y POR LOS POCOS HOMBRES QUE COMO VOS QUEDAN
ResponderEliminarBom dia Juan, recordação maravilhosa meu grande amigo.
ResponderEliminarExcelentes palabras y muy bella imagen, me lleva a otro tiempo
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