Atendiendo a la petición de Emilio Manuel.
No me cabe la menor duda de que el
flamenco no podría existir, si no hubiese sido incubado en el nido caliente y
maternal de la guitarra.
El guitarrista la abraza, dejando el
brocal de ese pozo de sonidos, muy cerca del corazón, para que los dedos estén
prestos a los adioses, a las penas y las alegrías, a los sollozos y las risas,
a la vida que nos cincela, al amor y el desamor, al sabor y el saber de un
pueblo que simplemente vive.
En la guitarra está el diccionario de
todos los sonidos posibles que nacieron para que algo tan español pudiera
hacerse universal y ecuménico.
Hasta el siglo XIX, el flamenco se
cantaba a “palo seco”, es decir, sin ningún acompañamiento, que no fuesen las
palmas o como en el caso del “martinete”,
el compás lo marcaba, (y lo marca), el martillo sobre el yunque de la fragua.
Gracias a los cafés cantantes, donde
su aparición es obligada, la guitarra se hace imprescindible.
El gran “tocaor” y estudioso de la
guitarra Manolo Sanlúcar, dice: “la guitarra termina por poner orden en el
flamenco, delimita y hace entender los palos, de tal manera que lo que hoy
sentimos, no sería posible sin la guitarra”.
Guitarra de mis amores
como a una mujer te quiero
son tus “soníos” dolores
que se clavan en mi seno
como los falsos amores.
Precursores del
toque flamenco como hoy se entiende, son Sabicas, el Niño Ricardo, que es el
primer renovador de la guitarra flamenca, creando una escuela de la que han
terminado todos por seguir y Ramón Montoya.
Manolo Sanlúcar,
maestro virtuoso de las seis cuerdas que consiguió gracias a sus estudios y a
su virtuosismo, impregnar de musicalidad el viejo acompañamiento repetitivo.
Paco de Lucía, el
primer genio de la guitarra flamenca, que acunado por la brisa del Atlántico y
del Mediterráneo, supo resucitar la gracia y el sonido hecho eternidad, por la
influencia de entre esas dos aguas.
Pepe Habichuela,
que supo sacar del pozo de su guitarra todo el frescor y pureza del agua limpia
de su Granada, para hacerla sentimiento con sus falsetas.
Aunque creáis que
no es posible, cuando Pepe Habichuela y Morente se juntan, Granada es aún más
bonita.
Tomatito, que
habiendo mamado todo el saber de su padre, el Niño Miguel, con su juventud
plena y exultante, se atreve con otras experiencias y presta sus rasgueos para
dar más emoción a otras músicas, como el tango y el jazz.
Moraíto Chico,
proviene de una familia gitana de Jerez de buenos guitarristas. Fallecido en el
año 2011, ha acompañado a la mayoría de grandes cantaores desde Caracol a
Camarón, en sus últimos años ha sido acompañante fiel de José Mercé, siendo
espectaculares sus acompañamientos por bulerías.
Paco Cepero, de Jerez de la Frontera, ya retirado de los
escenarios, que ha sido otro grande, sintiendo la guitarra con la pasión y el
sentimiento con la que la puede sentir el propio “cantaor”. No en vano en
alguna ocasión dijo que él lo que hubiese querido es cantar. Y eso era lo que
hacía, hacer cantar a su guitarra.
En medio la guitarra
Amémosla
Ella recoge el aire circundante
Es el desnudo nuevo
venus del siglo o madona sin infante
Bajo sus cuerdas los ríos pasan
y los pájaros beben el agua sin mancharla.
(Gerardo Diego)
Como suele
ocurrir en todos los listados de excelencias, siempre faltarán algunos, seguro que más de los que he citado, pero
estas entradas no han nacido con afán de sentar cátedra, más bien por la
inconsciencia de un simple aficionado que atiende una amable petición.
Y con esta
entrada, me despido. He disfrutado mucho porque me he obligado a escuchar más
flamenco del que habitualmente escucho. He recordado viejos cantes, que oí a mi
padre y he vuelto a comprobar que el flamenco… mejor que yo, lo dice García
Lorca en su retrato de Silverio Franconetti:
Pasaba por los tonos
sin romperlos
y fue un creador
y un jardinero
Un creador de glorietas
para el silencio.
Y para despedirme,
el deseo de que mi pobre aportación haya servido para que alguno de mis
lectores intuya su belleza, se lance a su conocimiento y sepa dedicar un corto
tiempo de esta agitada vida a escuchar con atención y con los poros del
sentimiento abiertos, sus lecciones de vida.
Creo que fue
Quevedo el que dijo:
Ponte la verdad en la boca y dila a
la española,
Que es cosa que ahora no se usa.
Un lujo entrar aquí :)))
ResponderEliminarY, aunque me haya quedado en silencio estas semanas atrás, he disfrutado y mucho, como una alumna tímida,"con todos los poros del sentimiento abiertos".
Gracias, Juan, por tu valiosa aportación y estos minutos de gloria bendita.
Un abrazo grande.
Me gistoeso de "creador de glorietas para el silencio" muy demostrativo del encanto y la magia de esas guitarras. Excelente homenaje. Un abrazo grande 😚
ResponderEliminarP.d estupenda la Ilustración 😊
EliminarHa sido muy bonito, y esas palabras finales tuyas han puesto el broche de oro...
ResponderEliminar"Y para despedirme, el deseo de que mi pobre aportación haya servido para que alguno de mis lectores intuya su belleza, se lance a su conocimiento y sepa dedicar un corto tiempo de esta agitada vida a escuchar con atención y con los poros del sentimiento abiertos, sus lecciones de vida."
Es para enmarcarla :)
Un beso grande, Juan.
Un placer seguir este cursillo intensivo :-)
ResponderEliminarUn abrazo.
Me ha encantado. Seguro que Machado pensaba en otra guitarra cuando escribía
ResponderEliminarGuitarra del mesón que hoy suenas jota, mañana petenera, según quien llega y tañe las empolvadas cuerdas.
Guitarra del mesón de los caminos, no fuiste nunca, ni serás, poeta.Tú eres alma que dice su armonía solitaria a las almas pasajeras...Y siempre que te escucha el caminante sueña escuchar un aire de su tierra.
Precioso post para un instrumento tan ligado al flamenco, como el cajón. Un saludo
Excelente pos en honor a la guitarra,y por supuesto que el flamenco y ella son un dúo inseparable, y sobre todo la de Paco de Lucía.
ResponderEliminarHe disfrutado con esos versos.
Besos🤗😘
Gracias Juan.
ResponderEliminarDos monstruos de la guitarra, uno alegrándola los oídos a los ángeles o allá donde esté, el otro no toca porque no le sale de ahí.
Un abrazo.
¡MUY BUENAS TARDES tirando pa noches tengas, Juan! Y empezar por el final: gracias por esta serie de posts dedicados al flamenco, cante jondo donde los haya, vaya. Personalmente, tengo que reconocer que he ido haciendo oído, en este género en particular, muy poco a poco y gracias al forofismo de mi suegra así como a la gracia sin par de mi esposa y mis cuatro cuñadas (son 5 hermanas) cuando, en reuniones familiares, ¡montan un minitablao flamenco que ni pa qué!, jajajajajaja...
ResponderEliminar¡EXCELENTE!, y reitero una vez más, ya que según dices se trata de la clausura de esta serie de entradas flamencas, que además de lo que cuentas es CÓMO lo cuentas, ¡GENIAL!
Un abrazo de nuestra parte para vos y familia!!!
Que bonito lo has dicho, que canto a la guitarra flamenca y a sus interpretes, no me ha faltado ninguno, están los grandes, el flamenco suena bien con la voz, las palmas, el bastón o cualquier objeto que sepamos darle compás, pero una guitarra en buenas manos es el complemento ideal, "La guitarra es un pozo con viento en vez de agua" "Suena una guitarra tristemente porque sabe que ya no puede tocar al niño de las Marianas" Cuantos versos se le han escrito a una guitarra. Gracias por el trabajo que estás haciendo. Un abrazo
ResponderEliminarPura poesía tu guitarra, a lo largo de su lectura : he disfrutado con lo que decías, he recordado a los grandes maestros, te he molestado por no nombrar a mi NIÑO SEVE y al final te he perdonado al escuchar esa Sevillanas a cuatro manos, eso ha sido tan gratificante que se me ha olvidado todo lo demás.
ResponderEliminarCuatro besos :uno por cada sevillana.
HOLA JUAN; Vaya, si que se ahacabado pronto el curso, o es que a mi me ha pasado mas veloz que un rayo. Pero yo no estoy muy de acuerdo con que te despidas, Y es que se te ha olvidado un flamenco quzás mas vulgar,pero tocaba al piano,todos los palos del flamenco. Como pianista era muy bueno,como flamenco no te lo puedo decir. Pero conquistó fama y dinero. Seguro que tu sabrás al que me refiero.
ResponderEliminarAnda Juan búscame alguna cosilla,de este hombre que se hizo tam popular,en los 80, pero que no me acuerdo del nombre.. Un abrazo querido amigo.
(si es poslble,eh?)
SE me olvidaba:MUchísimas gracias por este post que és magnífico.
ResponderEliminarHa sido un auténtico placer leerte.
Maestro :-D muchas gracias por todas estas clases magistrales
ResponderEliminarun abrazo querido Juan
Aunque soy andaluza de nacimiento han tenido que pasar muchos años para que el flamenco me llegara al alma, pero me llego y no veas de que forma.Tu escrito me ha llevado a conocer a algunos guitarristas que no conocía, como regalo especial te dejo aquí algo que encontré escrito en la posada del Potro de Córdoba.
ResponderEliminar"Los árabes llaman tárab a la experiencia de perfección estética capaz de arrastar al paroxismo.Sucede cuando la mente del artista de despoja de ataduras y alcanza un estado de gracia; los espectadores lloran, se muerden, se rasgan literalmente las vestiduras o tiran las sillas: el duende, una carga emocional que experimentan sobre todo los gitanos se ha apoderado del ambiente, es la quintaesencia del flamenco"
Una maravillosa entrada que nos acerca un poquito más a entender ese arte que es tan de nuestra tierra y que no siempre le damos el lugar que le corresponde. Gracias a los conocimientos y las emociones que compartes yo estoy empezando a conocerlo un poquito 😘
ResponderEliminar¿Que se acabó? ¡Ni mijita, vamos! Lo aparcas en plan de vacaciones y luego nos sigues deleitando sobre la grandeza del Flamenco. Si has atendido a una petición del amigo Emilio Manuel, una menda te hace esta, porfi, jeeeeeee
ResponderEliminarTe quedo muy agradecida por estas valiosas entradas, Juan, hasta prontito ¡MAESTRO!
Besos.