Hace una semana y aun
me emociono. Como en ese día 8M, que quedará para la historia, reniego de esta
ventaja de ser hombre y quiero que los embaucadores, me devuelvan esa costilla
de la que hablan los manoseados testamentos.
Si soy barro, ella
también es barro, mejor gres, que más resistente, más bello y se conserva mejor.
Y si hay algún poro, nada de ventajas: la mujer como el hombre, a reclamar al
maestro alfarero.
Seguro que en el viejo
paraíso, se han secado los manzanos y si queda alguna constrictor, esa
serpiente ha mutado a constructora, que proporciona mejores dividendos.
De manera que vamos s
mirarnos de igual a igual y vayamos
olvidando las parábolas, que solo sirven para favorecer al que escribe los
relatos.
Deja de ser “la musa
ordenadora” de la que hablaba Machado, y ponte en pié para desordenar ese mundo
especifico que te han creado, donde solo hay ventajas para los listos de
siempre.
Álzate con claror de
luna en este mundo de sucios espejos azogados, en esta falsía de frases huecas
y oxidadas, en esta repetida y triste sinfonía donde pretenden que tú seas la
coda que siempre desentona.
Si has sido capaz de
darnos vida, como no vas a saber ordenarla, darle sentido, planificarla,
dirigirla.
Si lo has hecho en la
familia, quien es el imbécil interesado, que pone en duda que no lo puedas
hacer en todo momento y cada día, en el resto de la vida que nos ha tocado
vivir.
No tienes que hacer
ningún cursillo, los traes de fábrica, ni tienes que mentir en los currículos,
que ya la vida que los hombres te impusimos, te obligó a tocar todos los
“palos”. Vuestra intuición y perspicacia, es bastante más precisa que todas las
certezas juntas.
Deja de escuchar a
esos que tratan de insultarte llamándote feminista, como si eso fuese un
oprobio, como si con ello quisieran coartarte tu profundo sentimiento de
justicia y de igualdad. Esa justicia e igualdad de la que presumen de boquilla,
pero que ni la sienten ni la desean.
Me alegra que hayáis
empezado a llamar a las cosas por su nombre y a ponernos en el sitio que nos
corresponde, sin importar jueces ni maridos, sacerdotes o políticos, profesores
o empresarios, que algo debe de valer el saber que en el Olimpo todas las musas
tienen nombre de mujer y los dioses masculinos, no parece que tengan buena
prensa.
Seguir en la lucha,
que no habrá premio más merecido que el de la igualdad con el hombre, pero
aceptar este consejo, para la vida que os resta y para la de vuestras hijas y
nietas: no os comportéis en esa lucha, de la manera que los hombres nos hemos
comportado con vosotras.
Aunque una vez escrito
el consejo, me parece una perogrullada: lo estáis haciendo desde siempre.
Y sobre todo no
olvidéis, o mejor los hombres no olvidemos, que sin vosotras la felicidad es
imposible.
Precioso!
ResponderEliminarQue esa revolución femenina-feminista no se detenga, que continúe hasta alcanzar sus objetivos y, además, que cuente con el apoyo de aquellos hombres que son conscientes de ello.
ResponderEliminarAbrazos.
Que bonita reflexión llena de sabios pensamientos. Toda mi gratitud como mujer a tu sensibilidad y buen hacer en este tema. Un abrazo
ResponderEliminarMe djas con una hermosa reflexión, genial este post, me felicitación.
ResponderEliminarFeliz jueves Juan.
Abrazo.
Un preciosísimo escrito en favor de la mujer y a su vez, cómo no, lleno de poesía. Me ha encantado y la imagen una preciosidad también.
ResponderEliminarSiempre es un placer pasar por tu blog.
Muchos besos, Juan!
JUAN: Una defensa de los derechos de la mujer que rompe esquemas. Es bella, es verdadera y parece que no sea escrito por un hombre. Te felicito por esta entrada que no tiene precio. GRACIAS!!!
ResponderEliminarMadre mim qué hermoso texto. Pasara el tiempo y me seguiré emocionado.
ResponderEliminarUn gustazo tu post. Un saludo
Es una entrada tan hermosa, bonita y dignísima que me has llegado a lo más hondo. Hombres como tú son muy necesarios en nuestra sociedad, compartiendo y defendiendo nuestra justa causa ¡Olé tu menda!
ResponderEliminarY con tu permiso, lo extiendo a nuestro amigo Emilio Manuel, que también me impacta lo que nos dice.
Ea, un fuerte abrazo para ambos.
Una semana da para ver las cosas con un poco de reposo y perspectiva. Perfecto tu alegato.
ResponderEliminarUn abrazo.
Mi padre (1905-80) me consideraba dueña de mi vida y mis acciones, sin diferencia con los varones pero avisándome de los abusos entre humanos. Sabía hacer de todo e inventar cuando la necesidad surgiera. Fue un gran ejemplo y he pretendido transmitir su pensamiento.
ResponderEliminarSe nota no solo que tienes amplia experiencia vial amen de descendientes de género femenino!
"experiencia vital".
EliminarGracias en nombre de todas y por supuesto sin vosotros la victoria sería pírrica.
ResponderEliminarDeseo que todo vosotros nos apoyéis porque así , entre todos será más fácil obtener la victoria.
Eres el compañero ideal para seguir la marcha que comenzamos???? el ocho de marzo, así es que espero que cunda el ejemplo.
Un beso mu y grande, compi.
Gracias, gracias merecidas, no eres el primero que reconoce los derechos de la mujer, pero lo has hecho tan bonito que cualquier hombre que te lea sucumbira a tus afirmaciones. Se me ha hecho tarde pero he llegado a tiempo de leerte y de irme a la cama con el recuerdo de tus maravillosas palabras. Un abrazo contento
ResponderEliminar"Vamos a mirarnos de igual a igual" Ahí está todo dicho...
ResponderEliminarQue las desigualdades sean sólo en el soporte, en la manera, en el arte de cada uno, de cada Persona, para saberlo decir. Y tú lo has dicho soberbiamente a mi gusto. :)
Abrazote grande
Me parece genial...un saludo desde Murcia....
ResponderEliminarGracias, Juan. Tú lo tienes claro y es así como todos debemos entenderlo para mejorar el mundo.
ResponderEliminarUn abrazo.