jueves, 6 de septiembre de 2018

MIS LECTURAS DE ESTE VERANO




Leonardo Padura, con su “Viento de Cuaresma”, Lorenzo Silva, con  “Lejos del Corazón” y María Oruña, con “Donde fuimos invencibles”, han sido las novelas “estrenadas” este verano y las califico así, ya que ha habido una reposición, que tenía prevista desde hace seis o siete años.

Se trata de “La elegancia del erizo”  y es acerca de ella  de la que pretendo hablar.

La novela de esta escritora y filosofa francesa, me ha vuelto a emocionar, quizás ahora más que cuando la leí por vez primera.

Debo anticipar a aquellos que leen “por pasar el rato”, que se abstengan, ya que este libro, aunque no exento de belleza,  también necesita una dosis de sensibilidad, sosiego y reflexión.

Sobre tres personajes que habitan en la misma casa “de ricos” en París, se cimienta el andamiaje de esta singular novela: una portera que lee a Carlos Marx y Tolstoi, oye música de Mahler y algún inquilino le recuerda al Legrandin de “En busca del tiempo perdido” de Proust.

Una niña de trece años, superdotada, que lee haikus en “La antología de poesía japonesa clásica” de la biblioteca de su padre. O que está aprendiendo japonés para poder leer los “mangas” originales de Taniguchi.

Y un japonés jubilado, que desentraña el nudo de las apariencias y pone en las vidas de ambas el sosiego y la serenidad de la cultura “zen”.

Recuerdo que lo primero que me vino a la mente, la primera vez que leí el libro, fue la certeza de que las apariencias engañan.

Profundizando más me ha enseñado que hay que sacarle sentido a la vida, cuando alrededor todo o casi todo se desvanece, y nada mejor para ello que apoyarnos en la cultura en todas sus acepciones, el humor, el arte y sobre todo en la propia vida.

Esta novela es también un bello, humorístico y claro alegato contra la superficialidad.

Seguro que muchos de mis lectores amigos, ya la habréis leído, para los que no, os dejo unas cuantas perlas de esta singular novela:

“Así vive la vida un hombre, en nuestro universo: tiene que reconstruir sin cesar su identidad de adulto, ese ensamblaje inestable y efímero, tan frágil, que reviste la desesperanza y a cada uno ante el espejo, cuenta la mentira que necesitamos creer”

“Para eso sirve el futuro: para construir el presente con verdaderos proyectos de seres vivos.”

“El Arte es la vida, pero con otro ritmo.”

“Quizás estar vivo sea esto: perseguir instantes que mueren.”

“De vez en cuando rebobino la cinta, gracias a ese rosario laico llamado mando a distancia.”

“Para qué sirve la inteligencia si no es para servir.”

“Los más fuertes entre los hombres no hacen nada, hablan y hablan sin parar.”

Y este bello panegírico sobre el té, que vendría pintiparado como introito, para las entradas de los martes de la amiga Trazy.

“El ritual del té, tiene la extraordinaria virtud de introducir en el absurdo de nuestras vidas una brecha de armonía serena, Sí, el universo conspira a la vacuidad, las lamas perdidas lloran la belleza, la insignificancia nos rodea. Entonces tomamos una taza de té. Se hace el silencio, fuera se oye el soplar del viento, crujen las hojas de otoño y levantan el vuelo, el gato duerme, bañado en una cálida luz. Y, en cada sorbo, el tiempo se sublima.”

Si en verdad queremos seguir viviendo, a pesar de que a veces  no entendemos esta vida, os recomiendo que atendáis a la lección de esperanza, sosiego y cultura que nos ofrece este libro.



12 comentarios:

  1. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  2. De los libros de Padura, Lorenzo Silva y de Maria Oruña creo que he leido mucho de ellos, especialmente de Lorenzo que me he leido toda su zaga, el libro de Muriel Barbery creo haberlo leido hace unos años en el club de lectura.

    Un saludo.

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  3. Una de mis novelas preferidas. La he releído unas cuantas veces y cada vez aprendo algo nuevo. Muchas citas tengo anotadas. En el blog tengo unas cuantas entradas sobre este libro. Reneé, me fascina esta mujer. Has explicado muy bien lo que significa esta novela para mí. Y sí, el ritual del té...
    Besosssssss

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  4. “La elegancia del erizo” es la única que he leído, la de Lorenzo Silva está en mantillas, creo que ocupa el tercer lugar. Este verano he leído menos que otros, no elegí bien, Tiempo de silencio de Luis Martin Santos, Mazurca para dos muertos de Cela, El comprador de horas de Deval, un libro de historias varias que me regalado dedicado y un poemario que ha escrito el hijo de una amiga. En verano releo a los clásicos, este año opte por escoger contemporáneos. Un abrazo

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  5. JUAN ya veo que has aprovechado bien el verano, con lecturas de sumo interés. Yo ya no puedo leer lo que quisiera, por problemas de cervicales; si fijo mucho la vista me dan mareos, bueno y con el ordenador me pasa lo mismo. Las citas son admirables.

    Abrazo JUAN.

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  6. Ahora que te leía me pasé a buscarlo, empezaré a leerlo el fin de semana, gracias
    Un beso

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  7. Esa novela en concreto no la he leído, por lo que leer tu reseña hará que la busque, porque son duda te ha dejado un regusto a lectura con impronta.

    Hay libros que se han de releer, cuando la mente esté preparada para aprovechar la lectura. Un abrazo

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  8. Una entrada apasionante y rica en contenidos. Insuperables las citas. La reseña es completísima, ya sólo me resta darte la enhorabuena por lo bien que has aprovechado las vacaciones en el capítulo de lecturas.

    Besos.

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  9. ¿Y ya te ha dado tiempo a hacer otras cosas?

    :-)

    Un abrazo.

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  10. ¡Madremía… cómo te ha cundido!

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  11. Hola Juan, con la magnifica reseña que nos dejas y esas perlas me han entrado muchas ganas de leerla, voy a buscarla, gracias por darla a conocer.

    Besos.

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  12. Las tres primeras que has nombrado no las conocía; pero La elegancia del erizo, sí. No la he leído, pero es una que tengo pendiente, porque me han hablado de ella muy bien. Y más ahora que también lo has dicho tú.

    Un beso muy grande, Juan.

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