Francisco Arias,
(Madrid 1.911- Madrid 1.977), formó parte durante la guerra del Quinto
Regimiento, de la denominada Milicia Popular, encargada de la movilización y
alistamiento de milicianos.
Dedicado a la labor
plástica, contó con colaboradores como José Bergamín, Ramón J. Sender, Rafael
Alberti, Miguel Hernández y otros.
Ya en el año 1.936
logra un accésit, junto a Gregorio Prieto, en el Concurso Nacional de Pintura.
Fue Premio Nacional de Pintura en el año
1.952, Medalla de oro de la Exposición Nacional del 1.964, por su óleo "Circo
Romano de Mérida".
A pesar de tener ideas
políticas, completamente distintas a las de Pancho Cossío, ambos fueron amigos
y Arias, siempre dijo que le subyugaba la manera de pintar del santanderino.
Ambos expusieron juntos en Portugal y obtuvieron la Pámpana de Oro de la
Exposición de Valdepeñas, en los años 1.963 y 64.
En su pintura, siempre
trata de subordinar la figura al color, el verdadero artífice de su obra y esas
transparencias casi etéreas que también utilizaba Pancho Cossío.
Pancho Cossío.- Francisco Arias
Gerardo Diego, le
dedicó al pintor un poema del que entresaco unos versos.
“El creador del
paisaje es un hombre que olvida,
es un hombre que borra
al cerrar sus pestañas.
Y vuelve a abrir sus
párpados. Y aquello ya no existe.
Su memoria le viene de
cuando el ser no era,
y no eran la luz ni
los campos. El sueño,
compañero de Dios, sí
que existía,
y en ese sueño
-acuérdate- ya estaba tu pintura”.
En el año 1.964, al
ser premiado en la Exposición de Valdepeñas, de la que os vengo hablando y en
mi establecimiento de “La Quintería”,
tuve la enorme suerte de platicar con él durante un buen rato.
No puedo recordar lo
que yo bebí, pero si puedo decir que en el tiempo que estuvimos hablando tomó dos
o tres cafés puros, que recuerdo que los paladeó.
El que escribe tenía
28 años y el casi me doblaba en edad y además era un pintor ya consagrado, por
eso recuerdo su consideración, su forma vehemente de hablar de pintura, su
fluida conversación y su interés por la Mancha, que conocía bastante bien.
Aquella tarde –noche, fue un auténtico regalo para mí.
Como colofón me dedicó
un autógrafo en el libro de firmas, previo a un dibujo que hizo con un
bolígrafo y los posos del café y ceniza de los cigarrillos.
Ya me conformaba yo con tener un cuadro de cada uno de los pintores que nos estás presentando. Una maravilla.
ResponderEliminarUn abrazo.
¿Y el libro es de tu propiedad?.
ResponderEliminarUn abrazo.
Un buen recuerdo, de los que dejan poso.
ResponderEliminarUn abrazo.
Un excelente relato sobre este pintor. Y un buen recuerdo por tu parte. Su dibujo dedicado denota esa maestría que destacas.
ResponderEliminarAbrazo Juan.
Que honor tener un retrato realizado por un pintor que admiras !!! En tu perfil no veo tu correo, en el mío si esta mi correo, me envías un correo por favor para tener el tuyo, quiero regalarte una copia del libro de mama, ya falta muy poco, llevo varios meses trabajando con una editorial y tendré copia en PDF para sus amigos que viven fuera. Un abrazo
ResponderEliminar¿Quieres que te diga que lo que más me ha gustado ha sido el cuadro que te dedicó?, además eso de estar hecho con posos de vida, me atrae mucho porque es un hecho que corrobora que ese espacio de tiempo en el que se hizo, sin duda fue importante.
ResponderEliminarUn beso personaje.
Que bonitos recuerdos guardas y compartes. Un placer pasar a leerte Juan. Saludos.
ResponderEliminarLetras y Pinturas, enriquecimientos para los sentidoes, coincido con nuestra amiga Trracy. Sentido y hermoso homenaje a este pintor...
ResponderEliminarBesos.
Cuántos talentos sufrieron con la guerra inmunda española. Qué bellos recuerdos guardas y compartes.
ResponderEliminarGracias, siempre. Un abrazo y feliz semana
Eres un libro abierto, cuántas vivencias y cuántas personalidades de la cultura has conocido.
ResponderEliminarGracias por compartir.
Abrazos
Amigos, ajuda agora em portugal! Agora em portugal nao trabalhos (Z-E-R-O) e muitas Sopas dos Pobres tudos dias, MUITAS!!
ResponderEliminarAjuda!!!
Buenas tardes primaverales: Un orgullo tener un cuadro dedicado o hecho exclusivamente para tí, de un pintor que tanto admiras. Eso es como una joya valuosísima que supongo que guardarás como oro en paño.
ResponderEliminarGracias Juan por compartirla. Un abrazø.