Pancho Cossío.- Bodegón de los Vasos.- Oleo / lienzo 93x73.- Pámpana de Oro.- Año 1.963-
Hoy os voy a hablar de
Pancho Cossío, pintor del que tuve conocimiento cuando yo tenía 25 años.
Ante de nada debo
decir, aunque parezca una petulancia, pero lo puedo justificar, que este pintor
expuso dos años en la Exposición de Artes Plásticas de Valdepeñas, gracias a mí.
Además del Bar
Sebastián y el Mesón “La Quintería” de la que ya os he hablado, teníamos un
Hostal Residencia con 12 habitaciones, muy cercano a los otros negocios
hosteleros.
Corría el año 1.961,
cuando el recepcionista nocturno, el entrañable Manolo, fumador empedernido y
buena gente, debió ponerse enfermo, pero el caso es que me tocó a mí
sustituirle durante unas noches.
Recuerdo que serían
sobre las dos o las tres de la madrugada, cuando atendí a un señor mayor,
vestido de luto, bajito, cojo, estrábico, sordo, de nariz aguileña, que me
pedía habitación.
Su cara me era
conocida, aunque no sabía de qué y por qué.
Le solicité el D.N.I,
para rellenar la obligatoria ficha y fue entonces cuando recordé:
Francisco Gutiérrez
Cossío, nacido en Pinar del Río (Cuba). Pintor.
Pancho Cossío.- Fotografía de la época.
No hacía mucho que yo
había visto en el NO-DO algo sobre este pintor muy de moda, por hacerle
retratos a los gerifaltes del Régimen, (era joseantoniano de carnet y de
corazón, aunque después renegó del franquismo), tras su estancia de nueve años
de París y también por recordar alguna entrevista encomiástica de Tico Medina.
A pesar de la hora,
entablamos una conversación, en la que aproveché para hablarle de la Exposición
de Valdepeñas y de la trascendencia de la misma, hablándole de los pintores
importantes que habían colgados su
cuadros, en dicha exposición.
A la mañana siguiente,
me volví a reunir con él y con sus acompañantes en nuestro bar.
Sus acompañantes eran
una valdepeñera desconocida para mí, llamada Isabelita Cobo, su marido el
luchador de lucha libre Joaquín Saludes y una hermana de Isabel y su marido, a
los que yo conocía del pueblo.
Después supe que
Isabel Cobo, rubia y bella mujer, había posado para el pintor en el año 1.950
como la Virgen, para los cuadros murales hechos para la iglesia de los
Carmelitas de la Plaza de España de Madrid.
Retrato de Isabel, pintado por Pancho Cossío-
En esa mañana y
durante los días que estuvieron en Valdepeñas, y después de hablarle de la
Exposición y enumerar la nómina de pintores que habían colgado en ella y los
importantes premios en litigio, conseguí convencerle para que expusiera en la
misma.
(continuará mañana)
Muy interesante, espero ansioso la siguiente entrega.
ResponderEliminarUn abrazo.
Es evidente que has conocido a gente de lo más interesante, y algunos triunfadores, merecidos, en el arte, lo que dice mucho de tu trayectoria vital. No tenía el gusto, pero esa una delicia que compartas recuerdos y detalles de una vida, la tuya, con una generosidad encomiable
ResponderEliminarUn abrazo y gracias, de nuevo. Feliz domingo
Qué interesante, un abrazo Juan.
ResponderEliminar¿Petulancia? Si viniese de otro, todavía, pero viniendo de tí, solamente felicitarte por el logro.
ResponderEliminarUn abrazo.
¡Qué interesante! estoy deseando leerte mañana.
ResponderEliminarEl cuadro con el que abres la entrada me encanta.
Gracias por dánoslo a conocer.
Muy interesante lo que compartes, un gusto leerte, y no me parece que seas petulante, ..... saludos amigo.
ResponderEliminarMe sorprendes cada día, primero por la historia real en sí misma, luego por el hecho de disponer de una carta del año 1961 y por último, porque poco a poco vamos sabiendo algo más de ti.
ResponderEliminarUn abrazo.
Una vida interesante la del pintor y la tuya, también. Cuántas experiencias tienes, eres grande, Juan.
ResponderEliminarBesosss