Hubo un tiempo,
en que tuvimos que aprender a leer
lo que no estaba escrito entre renglones.
En los que la mente,
trataba de esclarecer lo que era oscuridad y
desencanto.
Se afilaban tanto las frases
que terminaban por nacer con dos significados.
Había que imaginar
y la imaginación no era mala consejera.
En este tiempo que nos toca,
retorcemos tanto las palabras,
que la etimología, en vez de una ciencia,
es algo depreciado y sin sentido.
Digo bandera
y se para el viento que la ondea
y solo queda la rigidez estúpida del mástil.
Digo salario,
(aquello que antaño se pagaba con sal),
y un coro perfectamente sincronizado,
nos hacen comprender
que las comidas mejor escasas,
deslavazadas y sosas
Digo amigo,
y algún interesado se atreve
y con poner una “ene” , y robar una “a”,
y donde había dos almas gemelas
ya queda solo una, enfurecida.
A este paso,
los diccionarios serán estercoleros,
donde solo hozarán
aquellos que nunca supieron encontrar sentido
al alegre color de las margaritas.
A veces me sorprende la aceptación de la Real Academia Española de algunos términos incorrectos y tomarlos para el uso común, es una pena, desde septiembre en adelante sigo en la mía, un abrazo Juan!
ResponderEliminarTiempos de esquivar censuras y ahora tiempos de dar nuevos sentidos, más humanos, a las palabras.
ResponderEliminarPor comunicarnos, siempre. Un abrazo
En estos tiempos que nos está tocando vivir en muchos sentidos,las palabras y sus significados están perdiendo el valor de sobrevivir a tanta inquina verbal.
ResponderEliminarDesafortunadamente ya están hozando interesadamente y haciendo que las margaritas y las palabras sean alimento porcino,con el debido respeto a dichos animales.
Un abrazo.
Has escrito lo que me hubiera gustado escribir a mi si supiera hacerlo igual,. El otro dia leí: ¿Os habéis fijado en que nadie habla de "contagiados" y "contagiadas"? Eso prueba que cuando las cosas se ponen serias nadie está para estupideces. Un abrazuco Juan
ResponderEliminarGenial tu comentario. Ester. Cuando no están los tiempos para gilipolleces, es mejor esperar a que escampe.
Eliminar¡Me sumo!
EliminarTambién me sumo, es genial el comentario, Ester
EliminarY yo también me sumo...porque donde se junten 2..3..4..o mas en favor de saber darle el valor justo a las letras, quiere decir que aún hay esperanza para esta generación de alfabeto escuálido...besos a todos
EliminarDentro de poco tendremos bastante con el diccionario de habla inglesa.
ResponderEliminarUn abrazo.
"Hubo un tiempo..." creo que ese tiempo aún no ha pasado, aunque por motivos distintos que lo hacíamos entonces.
ResponderEliminarEl lenguaje es muy sufrido y aguanta la maleabilidad del que lo usa y sus malas o buenas intenciones.
Ahora estamos viviendo momentos en los que el lenguaje y su doble sentido, se aprovecha para mentir burdamente, nada más alejado de aquellos tiempos en los que se acudía al diccionario para buscar resquicios por donde respirar libertades negadas.
Vuelvo a traer la misma frase de Rilke que escribí hace unos días "Bienaventurados los que saben que detrás de todos los lenguajes, se halla lo inexplicable".
Te mando un beso, tal cual.
Es trabajo de nosotros hacer que no pase...bss
Eliminarboa tarde Juan, obrigado pelo texto maravilhoso, infelizmente muitos não usam o seu tempo para fazerem coisas boas.
ResponderEliminarY cuánto de verdad amigo Juan en tus letras. Has dado en el clavo amigo. Pero no te preocupes, eso es poco para lo que se avecina, dentro de poco nos dirán con quién podremos hablar, de que tema y como poder hacerlo sin herir sensibilidades.
ResponderEliminarUn abrazo.
Ay las palabras, Juan. Además de tener distintas acepciones o significados, dependen del tono, ironía y finalidad con que las emplee el hablante. El cerebro humano es capaz de elevarlas, mitificarlas o arrastrarlas por los bajos mundos. Asi que hay tantos códigos lingüisticos, como personas, dentro de un mismo lenguaje.
ResponderEliminarMi felicitación por tu reflexión, amigo.
Mi abrazo y feliz noche, Juan.
A este paso no nos entenderemos ni entre nosotros mismos. Bonitas margaritas, Juan.
ResponderEliminarMil besitos y muy feliz noche.
hombre cada lugar tiene su manera de hablar yo muchas veces no entiendo las espresiones de Tracy pero me callo la boca y me voy a nadar
ResponderEliminarLa culpa no es del diccionario, es de esa manía de retorcer palabras para extraerles significados para los que no fueron pensadas.
ResponderEliminarPertenezco a la generación de los leíamos entrelíneas y le sacabamos más jugo del que su autor podría llegar a pensar, pero eso era fruto de otra época, ahora se miente sin más.
Un abrazo.
Un poema de verdades... Saludos amigo Juan.
ResponderEliminarHay quien retuerce las palabras porque no sabe hablar claro, todo lo quieren enredar para parecer inteligente, lo que realmente es un cerdo.
ResponderEliminarUn abrazo.
¡Un poema certero y directo! Aquí no cuentan esos dos "significados", recuerdo esa época, y reconozco que tenía su encanto, no tanto la época en sí, que también en parte, sino ese afilamiento e imaginación imprescindible para poder "leer"... Y expresarse! Que también tenía su encanto entre iguales.
ResponderEliminarAbrazos Juan. Ha estado bien recordar aquello en contraposición a lo actual.
Hola Juan te entiendo perfectamente muy claros tus ejemplos; todo se distorsiona y se adapta como una moda del momento en que se vive.
ResponderEliminarUn beso querido Juan 🌼🌼🌼🌼🌼🌼🌼🌼🌼🌼🌼🌼🌼🌼🌼
Coincido con Ester, a mí también me hubiese gustado ser la autora de tu escrito.
ResponderEliminarcada día te descubro/ descubres mejor poeta. Un abrazo.
La otra opción es desgastar las palabras hasta que pierden cualquier sentido.
ResponderEliminarEso también lo saben hacer muy bien.
Un abrazo.
Lo curioso no es cuando se buscan buscan sinónimos tergiversados, sino cuando se utiliza la palabra original, pura y directa, para definir algo que es todo lo contrario de lo que se está expresando. ¿Qué tal "democracia"?
ResponderEliminarSaludos.
Estamos en un tiempo que se define por una absoluta susceptibilidad y por buscarle siempre los tres pies al gato....besos.
ResponderEliminarBeautiful.
ResponderEliminarMuy certera tu reflexión, tanto como bellas las margaritas de tu foto.
ResponderEliminarHoy, como nunca, las palabras son armas arrojadizas, instrumentos del poder y lobos disfrazados.
Un abrazo y a seguir defendiendo las palabras puras, tal como ellas desearon ser :)
Me perdí entre los comentarios...tan buenos, como bueno ha sido tu post...Como madre y abuela, me duele ver como se está perdiendo la escritura para ir decayendo cada vez mas en signos y emoticones...encantada de leerte,.besoss
ResponderEliminarJuan, me has hecho recordar a "La Codorniz", aquella inolvidable revista humorístico-satírica en la que siempre había que leer entre líneas, buscando los dobles significados. Hoy sobran las líneas, y entre tanto palabrerío inútil, pedante y agresivo lo difícil es encontrar una sola línea que rezume inteligencia y sabor. En esta ventanita siempre se encuentran. Un abrazo.
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