Aunque ya empiezo
a desnudarme de primaveras,
todavía me vuelan mariposas
cuando un libro se hace vida
calentando el hueco de mis manos.
Al trascacho de sus páginas,
se moldean las vasijas de los sueños.
Encuentro la mano agradecida
que se ofrece a acompañarme
por las calles redentoras que me llevan
al luminoso lugar
de los deleites.
Cuando abro un libro,
se me revelan todos los arcanos,
desaparecen las dudas
y un mar de claridades,
disipa las sombras de horizontes tenebrosos.
El libro me ofrece nuevos asideros,
me sirve de cobijo para las noches tristes.
Me ayuda a la interpretación sublime
de improbables realidades.
Todavía me vuelan mariposas,
cuando un nuevo libro desaloja
la tristeza
sarmentosa de mis dedos.
Qué bello!! Yo también adoro la lectura.
ResponderEliminarMuchos besos, Juan.
Me encanta, que bonito poema para describir ese regalo que es la lectura. Un libro te hace vivir otras vidas.
ResponderEliminarUn beso grande querido Juan
Bonito poema, y alguien dijo en su día, que nada mejor que un buen libro, porque un libro te ayuda a triunfar.
ResponderEliminarAbrazo JUAN.
Que vuelen largo tiempo!
ResponderEliminarNo seríamos nada sin libros...
ResponderEliminarUn abrazo.
Como ya han comentado, que seríamos sin libros.
ResponderEliminarUn abrazo.
Otra bella poesia, que nos regalas. Muchísimas gracias, y que vuelen las mariposas, largo tiempo amigo Juan
ResponderEliminarPrecioso canto a los libros, ellos son grandes amigos, nos regalan tiempo y nos acompañan. El lazo no se por quien es, ha muerto un poeta cordobés,Pablo García Baena, no se si ese es el motivo. Un abrazo grande
ResponderEliminarQué bonito, Juan, qué bonito!!!
ResponderEliminarLa imagen que nos regalas en los tres últimos versos revela el poder de los libros para quienes nos gusta leerlos.
Un beso.
El libro es un amigo fiel, siempre está con nosotros en todo momento, a cualquier hora del día, con él viajamos, aprendemos, disipamos muchas dudas, nos divertimos, guarda nuestras consultas, no nos molesta. y su tacto y aroma son placenteros...¡Qué sería de nosotros sin los libros!
ResponderEliminarBellísima y didáctica entrada, qurido Juan.
Un beso.
¡A LOS MUY BUENOS días, Juan! ¡Me apunto a cuantas odas se hagan a los libros! (pero de papel y tinta, por favor) Los libros son como el oráculo a través del cual se transmite la memoria de los espíritus que nos han precedido, y también de los que habitan nuestras mismas coordenadas temporales. Al hilo de tu post me ha venido un capítulo de Cosmos (Carl Sagan): en él se paseaba por una de las estanterías de una de esas bibliotecas enormes y antiguas, creo recordar que la del Trinity College, y comentaba el bueno de Sagan que de todos los libros que habían en ella sólo podríamos leer, en una vida, una parte infinitesimal de la misma. Vamos, que había que seleccionar. Como es natural, y dejando a un lado las lecturas que tienen que ver con las obligaciones profesionales de cada cual, se elige de acuerdo con las propias afinidades. Pero el caso es no dejar nunca de cautivarse con esas páginas impresas (y con el olor de su tinta) que siempre son un remanso de belleza para el espíritu.
ResponderEliminar¡Abrazo de nuestra parte para vos y familia!
"Me lleva a la interpretación sublime/ de improbables realidades". ¿Algo más para agregar? No, para mí aquí está todo el poema y todo el sentir. Genial como siempre, Juan. Qué lindo leerte.
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