No
diréis que no soy previsor. De manera que ahorraros las palabras balsámicas que
seguro me vais a dedicar, que esto que escribo es un ejercicio de humor y no
tienen ningún motivo de urgencia.
Pienso
seguir dándoos la tabarra durante mucho tiempo, tanto como las meninges me lo
permitan.
De
manera que leerlos, guardarlos entre algún libro que penséis releer y lo mismo
os lo encontráis cuando ya no esté.
Escuchar
ese día un retazo de música que os guste. Esa es la mejor oración que me podéis
dedicar.
¡Ah!
Y que pase mucho tiempo, que me queda bastante que aprender de vosotros.
¡Que
tristes son las campanas!
El
día que yo me muera
que
os avisen con guitarras.
¡Que
no me llore la gente!
Bastante
he llorado yo
y
creo que inútilmente.
No
me llevéis un clavel,
que
un muerto no le hace caso
y
sí una guapa mujer.
Quiero
volverme ceniza
y
servir para abonar
“arriates”
de sonrisas.
Ahorraros
vuestro dolor.
En
la hora de mi muerte
os
sigo pidiendo amor.
No
digáis que no lo aviso:
si
en el día de mi muerte,
tenéis
ganas de reír:
!!!
A mí no me pidáis permiso!!!
A la muerte no hay que temerle, ni llamarla ni esconderse, pero está bien estar preparado para que nos encuentre risueños y con los deberes preparados, que los deudos no lloren (salvo por la herencia) que la despedida sea como ha sido la vida y porque lo bien hecho es lo que hacemos nosotros nadie mejor para redactar nuestro propio panegírico. Un abrazo con palmada y sonrisas
ResponderEliminarJuan, mejor no te comento.
ResponderEliminarDebo ser muy primaria, pero no me avergüenzo de ello: me he puesto triste.
Hola Juan, que tarde mucho en visitarnos la no deseada, pero cuando llegue el momento, lo que nos vayan a llorar y decir que lo hagan en vida que es cuando se debe hacer, y lo siento, pero a mi si me da pena y yuyu hablar de esto:)
ResponderEliminarBesos.
jeje, celebro ese buen humor que aflora en todo momento. me gustó eso que los versos no tienen motivo de urgencia. buen detalle. un abrazo
ResponderEliminar¡¡Joder Juan!!, me encanta leerte, pero hay veces que me deprimes.
ResponderEliminarVoy a dejarte aquí un título de un libro de Ramón J. Sender con el que se te quitarán las ganas de pensar en esas cosas y te reirás hasta llorar, es "La tesis de Nancy".
Un abrazo.
Arriates de sonrisas...
ResponderEliminarSi ese es tu deseo, así se hará. Ya sabes que la muerte no avisa y puede llegar antes a unos que otros.
Un poema precioso, pero egoísta de mí, me pone triste.
Salud!!!! Amigo Juan. Por muchos más versos y bella música
Por supuesto, si es tu deseo por mi parte ni una lágrima. Me ha encantado el poema, porque contiene una irinía muy bonita. Por supuesto, que la muerte llegue tarde, y sobre todo, sin dolor.
ResponderEliminarUn abrazo grande, y feliz viernes
Tu poema tiene tanto valor y atrevimiento como lo tiene un torero o un aventurero...Puede que el famoso hidalgo aún campee por tu alma manchega, Juan
ResponderEliminarMi abrazo y feliz fin de semana.
Sí, pelín triste.
ResponderEliminarPero qué narices. Reiremos y celebraremos con orgullo tu paso por este mundo. Igual que me gustaría que lo hiciesen conmigo.
Un abrazo.
Como soleares me encanta, como tema me ha puesto triste.
ResponderEliminarUn abrazo.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarEsto en efecto es ser previsor y nunca se es mejor atendido que por uno mismo... Pero eres muy mandón, Juan, no te conocía esta faceta ;) Haremos lo que mejor nos salga del alma: yo, acordarme de este texto entre sonrisas por tu sentido del humor (negro) y pesar. Pero siempre habrá más sonrisas por todo lo que has abonado, abonas y abonarás en el camino.
ResponderEliminar"Ah! Y que pase mucho tiempo" Nos queda mucho que aprender de ti.
Un beso.
Ps. Borré el anterior por falta de ortografía ;)
¡Excelente humor! Yo también pienso que hay músicas que suenan como una oración.
ResponderEliminarDemuestras un nivel de aceptación que ya querriamos muchos, y es que el tema de la muerte tiene mucha controversia, asi que como no la podremos evitar más vale verla con humor. Por cierto, espero que se demore muchisimo y que sigas por aqui dando guerra. Besos.
ResponderEliminarNo hay forma poética que no domines... En esta te luces con acierto, ritmo y humor. Me ha encantado, reírse de uno mismo y de la muerte es un gran ejercicio.
ResponderEliminarBesos
Precioso...
ResponderEliminarTienes que dar aún mucha guerra :)
Un beso grande, Juan.
No se hable más. Donde manda patrón, no manda marinero. Por cierto, preciosos y ciertos tus versos.
ResponderEliminarBss-