Alguien dijo de
Charlie Parker, que era el Mozart del “jazz”.
Con 11 años tuvo su
primer saxo, comprado por su madre, para hacerle olvidar la muerte de su
progenitor.
Con 15 años, se casó
por primera vez y fue en esa época cuando se dio a la droga y a todos los
excesos.
Apodado “Bird” por los jóvenes seguidores del “jazz”, (los componentes de la
generación “hipters”), fue un pájaro
con las alas cortadas por la jeringuilla, la botella y la bragueta entreabierta,
que de vez en cuando remontaba el vuelo, empujado por ese saxo que supo dominar
como nadie.
Parker, como
Armstrong, fue un músico de jazz, renovador e intuitivo.
Su puro estilo, su
técnica melódica, su concepto del ritmo y su predisposición para la
improvisación, hicieron de él un mito.
Los Ornitólogos, así llamaban a sus
seguidores llegaron a crear una frase, con la que pretendían honrar al maestro:
“¿Qué es la verdad? La verdad es un solo
de Charlie Parker”.
A mediados de los años
40, inicia su colaboración con Dizzy Gillespie, (Dizz and Bird), en lo que fue considerado como el nacimiento del “bebop”.
En sus viajes a
Europa, sobre todo para actuar en Paris, tuvo la oportunidad de conocer a
intelectuales amantes de esta nueva música, como Jean Paul Sartre y alguien a
quien el admiraba, pero con el que nunca llego a cruzar palabra, el gran
compositor Stravinsky.
Solo se permitió, con
ostentoso agrado del maestro, hacer alguna variación de una parte de una de sus
sinfonías.
El gran amante del
jazz, Julio Cortázar, escribió un relato llamado “El Perseguidor”, inspirado en la vida del genial saxofonista.
En ese relato se basó
Clint Eastwood, para su película, “Bird”,
magistralmente interpretada por Forest Whitaker.
Su carrera iba de mal
en peor, llegando incluso a forzar la separación con su buen amigo Dizz, que en todo momento lo había
ayudado a salir del pozo.
Le negaron la licencia
para cantar en el local que lo homenajeo poniéndole el nombre de“Birdland”, por orinar en un palco,
estando completamente borracho.
Murió a los 35 años de
neumonía, úlcera de estómago, cirrosis y un ataque al corazón y también por la
tristeza de no haber podido sufragar los gastos para curar una neumonía de una
hija de 2 años.
Su funeral tuvo que
ser costeado en su totalidad por Dizzy Gillespie, su amigo de siempre.
Altivo y calmado, como un
director de orquesta
en la Gran Noche
Histórica del Mundo.
y haciendo gemir su
pequeño saxo-alto
con un claro lamento que
taladra
por su tono perfecto y su
armonía luminosa
¡Túuut!--- los
escuchantes reaccionan
sin demostrarlo, platican
y de pronto
empiezan a mecerse.
Mientras ellos conversan,
Charlie Parker
silba al borde de la
eternidad.
Jack Kerouack
Para esta entrada
tenía preparada una grabación de Parker y Gillespie, llamada “Grooving Hig”, pero me ha podido la
nostalgia de algo que siempre la consideré sublime.
Me refiero a “Laura”, basada en una parte de la banda
sonora de la película del mismo nombre, interpretada por Gene Tierney y Dana
Andrews.
Yo, que no soy un
“ornitólogo”, en este solo, encuentro toda la verdad de la música de un genio.
Esa frontera tan fina entre genio, loco y suicida. Hay seres, pocos, como él, que inundan la música de verdad, que implanta un instrumento musical en el alma, y que son LA verdad en sus interpretaciones en solos. Son seres alados, inasibles, casi imposibles de clasificar o etiquetar. Suelen irse pronto, porque viven deprisa y se toman la vida de un solo trago
ResponderEliminarExcelente homenaje. Inmejorable. Muchas gracias por traerlo, compartiendo tan sentido recuerdo. Un abrazo y por un domingo de notas de jazz. Vinos y rosas siempre.
No me gusta el Jazz, pero reconozco que es un bonito homenaje.
ResponderEliminarMe encanta la imagen del encabezamiento, amigo mío.
Feliz tarde.
Un beso enorme.
Me gustan mucho estas entradas dedicadas al jazz y además con ellas aprendo muchísimo y leyendo la de hoy, me he planteado que es una coincidencia que se repite en los genios de la música , sea cual sea, el estilo que toquemos, la vida corta y sometida a malas prácticas hasta llegar morir muy tempranamente.
ResponderEliminarEnhorabuena!!!
Brillante entrada, Juan.
ResponderEliminarNo conocía la historía de este músico, si que había escuchado su música.
Mil gracias.
Besosss
Simplemente un genio.
ResponderEliminarUn abrazo.
Muchas gracias por estas entradas.
ResponderEliminarA mi familia les gusta el jazz y se oyen a veces en casa.
Un abrazo.