martes, 29 de enero de 2019

SENTADO AL BORDE DE LA ACERA



         
Sentado al borde de la acera
espero que sean otras luces
las que ordenen los pasos de las gentes.

Me cansan los colores repetidos
y ese medido deambular,
esa costumbre de noria
que tienen todos los rebaños.

Entre tanta gente repetida,
en este caos,
programado cada tarde,
solo se salva,
el ritmo y la tristeza
de un viejo en la acera
que por una monedas,
y poca atención,
nos habla de soledad
y sueños no cumplidos,
con su viejo saxofón
y su cierta tristeza.

(Aconsejable escuchar el saxo de Iturralde)


15 comentarios:

  1. Entrañable observación de una calle urbana que se humaniza con las notas de un anónimo saxofonista.

    Un abrazo.

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  2. Una acera, teñida por la música ante un sobrero, dando vida a la ciudad cada tarde. No abundan, pero cuando un intérprete o grupo nos regalan sus tonadas, poco saben el bien que pueden estar haciendo.

    Precioso post. Un abrazo y feliz tarde

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  3. Un saxo da calidad de vida a cualquier calle.
    Buen post.
    Un abrazo.

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  4. Una calle cualquiera con una mirada detenida, una imagen con un reflejo que recuerda la hora y el saxo ¿Qué misteriosa mente te construyó? tuyo es el tiempo y mío el viento. Un abrazo

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  5. Bonito tema el que nos ofreces y bello poema, con ese estilo urbano que siento muy mío.
    Un fuerte abrazo, Juan.

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  6. Todo tiene un aire monótono tal como lo describes y muchas veces somos nosotros mismos los que infundimos ese sentimiento a lo que nos rodea. Es necesario poner un viejo con un saxofón para que nos saque de la nostalgia de otros tiempos vividos y si no tenemos a ese viejito con el saxo, nos lo tendremos que inventar, ¿me oyes Juan?

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  7. Me encanta la imagen en armonía con el poema.

    Un abrazo.

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  8. Hola Juan, así es, somos como los rebaños y nos saca de la monotonía algo como lo que describes y bien vale la pena parar y oírle.

    Besos.

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  9. Lo has escrito genial en el poema esa sensación de rebaño que tengo cada día cuando deambulo por la calle y el metro, y sólo lo salva el chico que en un rincón del largo pasillo del metro toca el violín, en este caso... Extraordinario, Juan, poemazo y lo acompañas con una vibrante música que me llega al alma.
    Besos y abrazos

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  10. Somos animales de costumbres y repetimos todos los días lo mismo, por eso es bueno tu poema y bueno parar la vista y el corazón en esa persona que nos llama con su música y su silencioso grito pidiendo ayuda...El saxo de Iturralde una maravilla, Juan.
    Mi abrazo y feliz tarde.

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  11. Siempre entre tanta rutina está lo nuevo, el aire vital que hace que nos sintamos menos rebaño. Y para eso estàn los poetas...para ponerle palabras y sentir. Un gran, gran abrazo querido Juan.

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  12. Hoy vengo algo tarde, me he estado peleando con pretender publicar en mi blog ¡Cachis! Y ná, que no pue ser ¡Ofú!

    Es una estampa muy agradable con un poemazo que llega a los adentros.

    Un besote.

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  13. Me ha encantado la imagen en blanco y negro y tu poema muy acertado lo que dice.

    Un beso.

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  14. Profundo poema, amigo, profunda realidad!

    Y no siendo de música, por pura ignorancia, valoro y agradezco este saxo a estas horas matinales...

    Fuerte abrazo Juan.

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